En el año 2000 fue la primera vez en que Harry Markopolos un ex ejecutivo del mercado de valores, informó a la SEC americana de que era matemáticamente imposible conseguir obtener los beneficios que Bernie Madoff decía obtener en sus inversiones. Avisó a la SEC no solo una vez en el año 2000, sino también en 2001, 2005 y 2007. Fue ignorado tanto por las oficinas de la SEC de Boston como las de Nueva York.
Todo estalló en 2008 y el alcance fue tan impresionantemente grande que llegó también a personas que habían invertido en Canarias en fondos de Madoff a través de bancos españoles. En el año 2009 el abogado de la empresa para la que trabajaba estaba muy ligado al sector financiero y representaba a algunos clientes de Tenerife que habían perdido todo lo invertido. Recuerdo claramente nuestras conversaciones al respecto y nuestras discrepancias en el fondo de lo que había sucedido. Yo defendía que, si alguien te estaba dando una mayor rentabilidad que la del mercado, es porque o bien realmente estabas asumiendo un riesgo mucho mayor que el que pensabas o bien era una estafa, y que en parte era responsabilidad del inversor el haber perdido ese dinero al no haber evaluado realmente de donde venía ese “exceso” de rentabilidad frente al mercado.
Recientemente en España, ha estallado el caso Arbistar, donde el juez de la audiencia nacional Jose Luis Calama ha dicho que los importes del caso “nos situarían ante la mayor trama piramidal cometida hasta el día de la fecha en relación con la inversión en criptomoneda”.
Pero es que, además, Nassim Taleb, famoso por popularizar la teoría del “cisne negro” en 2007, ha criticado duramente esta semana el Bitcoin, pasando de defenderla a afirmar que “la criptodivisa tiene características de un esquema Ponzi o estafa piramidal” y la ha tildado de “moneda fallida”. El economista libanés ha asegurado que el Bitcoin ha fracasado en su función de sustituto del dinero Fiat, principalmente por su volatilidad que no está vinculada a la inflación y manifestó que una moneda no respaldada por un gobierno es solo especulación y un juego.
Desde que Bitcoin se dio a conocer de forma más masiva, siempre se han publicado noticias advirtiendo de que es una estafa o de que se trata de una inversión en un activo de altísimo riesgo al no estar respaldado por ningún gobierno. En marzo de este año, la CNMV ha anunciado que pretende regular la publicidad sobre criptomonedas con la intención de proteger a los consumidores. El pasado febrero también lanzó un comunicado junto con el Banco de España advirtiendo sobre el elevado riesgo de estos activos y su comportamiento que “refleja patrones propios de las burbujas”.
Por otro lado, durante 2020 y 2021, ha comenzado a entrar dinero institucional en el mercado para comprar Bitcoins. Empresas como Tesla, MicroStrategy o Square han colocado parte de su tesorería en Bitcoins exponiéndose de forma significativa a este mercado y hay gobiernos que también mantienen posiciones en Bitcoins.
Entonces, ¿estamos en una situación parecida a la que denunciaba Harry Markopolos con Madoff, donde a todos se nos advierte de que estamos ante una grandísima burbuja, que estallará y dejará atrapados a todos los que tengan Bitcoins? ¿Porque empresas y gobiernos mantiene su exposición a Bitcoin entonces?
Como comentaba en mi anterior artículo, Bitcoin es un sistema de intercambio de valor, no censurable por ningún gobierno o corporación, no confiscable, descentralizado, seguro, pseudoanónimo y que no entiende de fronteras. Cualquier persona puede transferir valor a otra, sin necesidad de un actor central que haga la transacción en su nombre y tan solo conociendo la dirección de la cartera del destinatario. A estas propuestas de valor, hay que añadirle que no es una moneda inflacionaria y que su “masa monetaria” está limitada desde su diseño inicial, así que no se puede expandir tal y como hacen los gobiernos con sus monedas con los bancos centrales.
Tratando de responder a la pregunta anterior, bajo mi punto de vista no nos encontramos ante una situación similar a la que denunciaba Harry Markopolos sobre Madoff y ni mucho menos Bitcoin es una estafa piramidal, aunque no significa que no estemos ante escenarios de alto riesgo al exponernos a la tenencia de criptomonedas.
No deja de ser verdad en mi opinión, que el caso de uso de Bitcoin como método de pago, es utilizado más como un titular de marketing, que una realidad del mercado. El comportamiento de los tenedores de Bitcoin se asemeja más a un caso de uso de reserva de valor como el del oro, que el de los euros o dólares. De hecho, desde una perspectiva meramente tecnológica, Bitcoin no es un “buen” método de pago inmediato, por el tiempo que tardan en confirmarse las transacciones en su red (10 minutos por cada bloque y se necesitan al menos tres confirmaciones). Sería sobre todo competitivo con métodos de pago similares a las transferencias y principalmente en transacciones internacionales. Existen otro tipo de criptomonedas que serían mejores como métodos de pago que Bitcoin.
Sin embargo, todas las propiedades que son inherentes a Bitcoin, si lo hacen una buena reserva de valor frente al sistema de divisas Fiat, de forma similar por ejemplo al oro. Cualquier persona que quisiera proteger su patrimonio monetario de los riesgos de una moneda soberana, tiene como una de las principales opciones la compra de oro o plata o de una divisa que le de más confianza que la de su país.
Tanto las divisas como los metales preciosos tienen problemas y riesgos asociados a su custodia y a su intercambio. Las criptomonedas te permiten tener esa reserva de valor en formato digital, sin riesgo de confiscación del estado y moverte por el mundo sin los problemas de custodia del efectivo o los metales preciosos. No es una sorpresa, que países con problemas con su moneda o con su sistema financiero, estén en el top 10 de su uso a nivel mundial. Algunos ejemplos del top diez de países en porcentaje de población que dice usar criptomonedas: Nigeria (32%), Vietnam (20%), Filipinas (20%), Perú (16%), Turquía (16%), Argentina (14%).
La volatilidad de Bitcoin es innegable y ha sido uno de los vectores de ataque contra esta criptomoneda de forma constante. La capitalización de Bitcoin todavía debería multiplicarse por 4,6, para llegar a los niveles de inversión en Oro del sector privado. Esto significa, que aún estamos en un proceso de “descubrimiento” del valor real del Bitcoin y que, si se asentara el caso de uso similar al del Oro, con un volumen de usuarios similar al del Oro, deberíamos tender a una disminución de la volatilidad en el futuro y obviamente a precios más altos.
Nadie puede asegurar que es lo que va a pasar en los próximos cinco años con Bitcoin. Yo creo que las políticas monetarias de los países y el impacto de la crisis del COVID sobre el sistema financiero van a ser claves en parte en la adopción mayoritaria de las Criptomonedas y por tanto de Bitcoin y su precio. Tampoco podemos descartar la aparición de una “mejor” criptomoneda que sea un sustitutivo de Bitcoin en propuesta de valor y adopción.
Profundizar y aprender cómo funcionan las criptomonedas debería ser el paso fundamental base, antes de lanzarse a comprar o invertir cualquier dinero. Realizar algunas transacciones para entender el sistema y los riesgos, debería ser el siguiente paso. No se puede participar de este sector sin estar actualizado y bien informado. El sistema financiero está cambiando y las Blockchain han revolucionado la forma de intercambiar valor.
“La soberanía del hombre está oculta en la dimensión de sus conocimientos” Sir Francis Bacon