“Máxime en este momento sequía”, ha señalado el también portavoz del Gobierno de la Junta que ha participado este miércoles en el foro empresarial Tribuna Forum, donde ha desgranado la Ley de Economía Circular de Andalucía que entraba en vigor el pasado 1 de mayo y que pretende ser “palanca para el cambio de modelo productivo real en Andalucía”.
La nueva norma de Economía Circular de Andalucía quiere ser un auténtico revulsivo para consolidar el modelo circular. Un modelo que muchas empresas ya aplican y que desde la Junta se quiere extender no sólo al mundo empresarial, sino al conjunto de la sociedad a través de incentivos, bonificaciones y beneficios económicos y también reputacionales, ha defendido el consejero, que apuesta por “dibujar, entre todos, un escenario que tiene en la sostenibilidad la clave para afrontar el futuro con garantías”.
Fernández-Pacheco ha abordado la circularidad en diferentes sectores, el de la gestión de residuos, el agrícola, el tecnológico, el de la movilidad sostenible y también el de la gestión del ciclo integral del agua que requiere, como complemento, “la necesidad de una planificación autonómica y local para conseguir un mejor aprovechamiento del agua mediante la aplicación de sistemas eficientes de consumo”, ha asegurado.
Medidas bonificadoras
La Junta de Andalucía, a través de la nueva Ley de Economía Circular, ofrece una batería de medidas dirigidas “a fomentar un modelo social, económico y ambiental más eficiente en el que el valor de los recursos se mantenga en la economía a lo largo del mayor tiempo posible y en el que la generación de residuos se reduzca al mínimo”.
Para ello, el Gobierno andaluz, a través de la Ley de Economía Circular, pretende hacer atractivo el cambio de modelo con bonificaciones fiscales para aquellas empresas o entidades registradas en el Sistema Andaluz de Compensación de Emisiones (SACE), con una reducción de hasta el 50% en los umbrales exigidos de inversión y empleo para aquellos proyectos que aspiren a ser declarados de interés estratégico en la región o con contratación y compra pública.
En este sentido, el consejero ha puesto de relieve el papel ejemplarizante de la administración que cuenta con una herramienta, la compra pública, en la que deben primar aspectos que se consideran prioritarios y penalizar aquellos otros criterios de contratación que impiden la transición circular, ha dicho.
Además, no ha olvidado el consejero la marca reputacional que lograrían las empresas que apuesten por la fórmula de la sostenibilidad. Una marca registrada en Andalucía y que vendrá a favorecer ante consumidores y usuarios a aquellas entidades que apuestan por la circularidad.
Centro de Innovación sobre Economía Circular
Ante un público integrado por empresarios, el consejero y portavoz ha planteado, además, cómo la apuesta por la sostenibilidad y la circularidad no se queda únicamente en los incentivos de la ley.
El cambio de modelo ha de ir acompañado de un “estudio serio y riguroso sobre economía circular que sirva de instrumento para establecer acciones específicas”, pero también de la creación de la Oficina Andaluza de Economía Circular o del Centro de Innovación sobre Economía Circular que quiere ser “punto de encuentro entre empresas, administraciones, centros de investigación, universidades y tejido asociativo donde se pongan en común las necesidades de los diferentes sectores y se generen sinergias para poder implantar la economía circular”.
Este centro servirá para generar puntos de encuentro de ofertas y demandas, dado que, ha explicado el consejero, puede que una empresa genere como subproducto algo que para otra empresa del entorno sea materia prima.
Favorecer ese encuentro resulta fundamental para instaurar el modelo circular real en la economía andaluza. Por último, el consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul ha animado a los empresarios a remar de forma conjunta en la consecución del modelo productivo circular.
