Momentos duros para el sector oleícola español y en especial para el consumidor con los altos precios del aceite de oliva virgen extra en los lineales. Una escalada que no da tregua a las “economías asfixiadas” de las familias cada vez que realizan la compra.
Las redes sociales se han visto desbordadas con las opiniones de los usuarios que son el reflejo del malestar de la sociedad y también la nota de humor para unos precios que han superado los 10€ el Litro (la subida es de un 38,8%, aunque en el caso del virgen extra, el de mayor calidad, la subida supera el 227%.)
Hoy nos paramos a analizar el revuelo de precios que desde los supermercados en Irlanda se vende el aceite de oliva. Digo aceite de oliva, porque la rotación de un producto depende siempre de la demanda y repercute directamente en su precio final.
Otra razón y no menos importante es que los grandes lineales firman contratos que cubran necesidades para todo el año, unido con la baja rotación del producto hace que los precios sean muy inferiores que España. Los precios en Irlanda (datos del domingo 3 de septiembre de un Lidl en Dublín como podemos apreciar en la fotografía) es 4,55€ Primadonna ideal para frituras (según eti-queta) 3, 49€ Extra virgen botella de 750ml marca Primadonna de Fiorentini Firenze.
Esta marca de aceites Primadonna en el 2016 se vio envuelta en una fuerte polémica porque la Autoridad Antimonopolio de Italia (AGCM) su panel de cata determinó que las características organolépticas de aceite de oliva de Primadonna no cumplió con el es-tricto calificaciones extra virgen y en su lugar solo se puede clasificar como aceite de oliva virgen. El equipo legal del supermercado disputó ambos cargos, acusando a los paneles sensoriales de ser “evaluaciones subjetivas” y proporcionar evidencia insuficiente de irregularidades.
El Tribunal Administrativo de Lazio confirmó que el aceite de oliva de la marca Primadonna solo cumplía con los estándares de calidad virgen. Se consideró que el aceite de oliva degradado no era perjudicial para la salud humana, pero llevó a los consumidores a pagar precios más altos por una menor calidad organoléptica.
La gastronomía influye directamente en la cesta de la compra. Irlanda, aunque sea un país potencial para la exportación, y los nuevos cambios de vida hacia una alimentación más saludable, aun su consumo es reducido, lo que repercute directamente en el precio.
¿Por qué los precios del aceite de oliva virgen extra son tan altos en España? Muchos expertos están hablando y dando las explicaciones oportunas a los momentos tan duros que está viviendo el olivar español. Sequía, cambio climático, altos costes de producción que repercute directamente en el precio del oro verde.
El alto precio está ocasionando una bajada considerable en el consumo, tenemos que actuar de una manera consecuente y paciente en toda la cadena alimentaria y muy en especialmente a la gran distribución. En los últimos días, lineales están utilizando bajadas de precios del aceite de oliva como producto reclamo. “Pan para hoy y hambre para mañana”, necesitamos atajar el problema desde la raíz; España necesita un pacto de estado nacional del agua, qué durante años los partidos de todos los colores y comunidades autónomas han utilizado como moneda de cambio de votos y sin hacer nada al respecto.
Crear un observatorio de márgenes comerciales, independiente y objetivo (sin intereses creados) que sea una herramienta clave para velar y no llevar a la especulación que a toda “la cadena alimentaria” perjudica. Utilizar la inteligencia artificial, los nuevos inventos como el Infiltrador qué aumenta la producción eliminando la sequía y estrés en momentos críticos, que muchos de los agricultores aun no conocen. El infiltrador es resultado de una larga investigación que comienza en 2008 hasta que se consigue registrar la patente en 2019 con la Universidad de Granada y puesta en valor para ayudar al agricultor y la sociedad actual.
Hacer acopio de aceite de oliva, tampoco es aconsejable para el consumidor en noviembre tendremos aceite de oliva virgen extra de la nueva campaña y desde ASOLIVA y ANIERAC aseguran que no habrá desabastecimiento de aceite de oliva en el mercado. Ambas entidades trasladan un mensaje de tranquilidad a los consumidores ante la alarma generada por la espiral de subida de precios.
Dejar de consumir aceite de oliva es dejar de consumir una fuente de salud fundamental de nuestra dieta mediterránea. Dejar de consumir es perjudicar a un sector cada día más castigado por la sequía, costes de producción, coste de la mano de obra, los seguros, los fertilizantes, abonos, la maquinaria y el carburante etc.
No es dejas de consumir, es saber cómo consumir y cocinar con aceites de oliva virgen extra, virgen, de oliva y de oliva de orujo, para poder ahorrar en la cesta de la compra; Pero esto será para el siguiente artículo, mirando al cielo para qué llueva y sin dejar de consumir el CHANEL del campo, nuestro oro líquido.
