Joana Segovia Olmo es graduada en nutrición humana y dietética que decidió montar Nutrilim después de trabajar en otras empresas del sector y entrar en ERTE durante la pandemia. “Mi empresa ofrece nutrición sin límites ya que disponemos de diferentes servicios, adaptados a todas las personas que lo necesiten. Con el COVID llegó el teletrabajo y la verdad es que me vino muy bien para instaurar las tele consultas. Además, me dedico a dar formaciones tanto para público general como por ejemplo talleres de educación nutricional y de etiquetado alimentario para todo tipo de profesionales”.
“Lo mejor es que no tienes horarios, ni jefes, las cosas las haces tu misma y cómo quieres. En mi caso poseo una discapacidad física del 77% si un día me levanto mal, ese día puedo disminuir mi carga de trabajo, o tomarme descansos, trabajar desde casa me ha dado la oportunidad de poder seguir ejerciendo mi profesión a mi ritmo”, argumenta esta joven empresaria a la que le “encanta poder ayudar a las personas en mis consultas de nutrición y las personas son muy agradecidas con este servicio que ofrezco”. Por otra parte, ve también las dificultades en “las pocas ayudas económicas, es difícil emprender en España. También es difícil hacerse un hueco en un mundo donde existe muchísimo intrusismo laboral como es mi campo de la nutrición”.
Esta emprendedora todavía no puede vivir cien por cien de su trabajo porque “tendría que dedicarle más horas de las que ahora mismo le dedico, y no puedo dedicar esas horas debido a mi condición física y discapacidad, pero me encantaría poder hacerlo. A veces me cuesta decir que no, o parar alguna actividad, voy aprendiendo poco a poco sobre el autocuidado e intento no sobrecargarme de trabajo”. Aún así, su plan es ir creciendo poco a poco y aportar su esfuerzo para que en un futuro los Graduados en Nutrición Humana y Dietética que son profesionales sanitarios puedan acceder a oposiciones en el servicio andaluz de salud.
