Según reza en la página web de su empresa “Los residuos de hoy serían los recursos del futuro. Nada se pierde, todo se transforma”. ¿Habrá futuro sin esa transformación?
No creo que sea posible un futuro sin la transformación de los residuos. Ya nadie duda de que los recursos no son ilimitados y que es fundamental buscar nuevas fórmulas para alargar la vida útil de los productos que consumimos. En ello, los residuos no son un problema, son una oportunidad: transformarlos en recursos no sólo reduce el impacto ambiental de su eliminación, sino que también genera valor económico y social.
En esto consiste la economía circular, un nuevo modelo de producción y consumo que persigue reducir la generación de residuos al mínimo, fomentando la reutilización, reparación, renovación y el reciclaje de los materiales y productos todas las veces que sea posible. En esta línea van encaminadas las normativas y medidas impulsadas por las administraciones públicas y también los esfuerzos de las empresas que, cada vez más, incorporamos a nuestra actividad estrategias dirigidas al cuidado del medioambiente y a ser más sostenibles. En el caso de GSA, apostamos por el autoconsumo energético, por el reciclaje y la reutilización de los recursos, o la digitalización de nuestros procesos, todo ello, con el objetivo de reducir la huella de carbono que deja nuestra actividad.
Pero, además, es fundamental que concibamos esa posibilidad de aprovechar los recursos, no sólo en el momento de su reciclaje, sino también en las fases iniciales de investigación y diseño. Es decir, que en la propia fabricación de un producto ya se contemple su reutilización.
¿A qué se dedica GSA Servicios Ambientales?
En una frase, en GSA fabricamos futuro. Es decir, toda la actividad de la empresa la llevamos a cabo desde el compromiso con el cuidado y la conservación del medioambiente, reduciendo el impacto de los residuos gracias a una gestión responsable y promoviendo su reutilización. ¿Cómo lo hacemos? Desde la base de la economía circular: la recogida de los residuos. Somos un equipo de intervención efectivo en todo el proceso de recogida, valorización y aprovechamiento de todo tipo de residuos. Además, trabajamos en varios centros de tratamiento de residuos urbanos (CTRU) para reducir lo máximo posible el impacto medioambiental.
Dentro de la actividad habitual de la empresa, hemos desarrollado una importante línea de actuación en obras medioambientales, centrada en los sistemas de riego, la construcción de balsas y puntos limpios, la mejora y conservación de caminos y carreteras, así como en las restauraciones paisajísticas.
También estamos especializados en el sellado de vertedero a través de sus diferentes fases, desde adecuación de los residuos y estabilización de taludes hasta impermeabilización y cobertura. Además, somos líderes en la perforación de pozos y en la realización de la red de captación de biogás para su aprovechamiento eléctrico. Contamos, para ello, con una máquina perforadora de las más potentes de España, con la que perforamos el vertedero creando una red de pozos conectados a tuberías para la captación de gas.
Parece imposible recorrer ese camino que se han marcado sin la innovación. ¿En qué punto cree que estamos ahora mismo en cuanto a la innovación?
Creo que estamos al principio del camino. Sin duda, hemos dado pasos adelante, pero nos queda mucho por recorrer, sobre todo, en las etapas iniciales que mencionaba anteriormente, en la investigación y el diseño de los productos que favorezcan su posterior reciclaje y aprovechamiento. Un ejemplo de esto son las botellas de plástico y envases briks, que en su mayoría ya traen adheridos el tapón para facilitar el reciclaje de todo el envase junto.
Las administraciones son conscientes del margen de mejora que existe en materia de innovación al servicio de la economía circular y están empezando a fomentar y apoyar iniciativas empresariales centradas en la investigación para mejorar el ecodiseño de los productos, así como en la transformación digital de procesos para lograr un uso más eficiente de los recursos. Sin ir más lejos, el MITECO acaba de publicar una nueva convocatoria de subvenciones para proyectos de este tipo. Y, sin duda, un sector que tiene mucho recorrido a la hora de diseñar productos pensados para su reutilización y reciclaje es el textil.
En el caso de GSA, estamos centrados en el aprovechamiento energético para ser más eficientes. El 100% de la electricidad utilizada en nuestra Planta de Tratamiento de Residuos Biosanitarios es obtenida a través del biogás, fuente de energía renovable y no contaminante, producido a partir de los residuos orgánicos existentes en el propio CITRSU de Montemarta Cónica, donde se encuentran estas instalaciones. Además, en 2022 instalamos 50 paneles solares fotovoltaicos de autoconsumo en el techo de nuestra sede de Alcalá de Guadaíra, que da cobertura a más del 80% de la demanda anual de energía eléctrica en este edificio, evitando la emisión de alrededor de 28,86 toneladas de CO2 al año.
He visto que tienen ustedes un código ético que es transversal para todos los departamentos y procesos de su empresa.
Para nosotros es esencial. En GSA creemos en la honestidad como pilar fundamental de todas nuestras acciones, tanto en el trabajo diario como en la forma de tratar a compañeros, así como en el manejo de la información y en la gestión de los residuos.
Además de la honestidad, nos regimos por el respeto y el compromiso, que son valores indiscutibles para nosotros. Estos principios guían todo lo que hacemos y se reflejan en nuestra vocación de servicio al cliente.
Nuestro código ético se aplica a todos los miembros de GSA, en todos los departamentos. No sólo es una guía interna, sino que también busca ser nuestra seña de identidad en las relaciones externas con clientes y proveedores.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible parece evidente que no serán una realidad en la fecha fijada. ¿Se puede considerar esto un fracaso o realmente lo importante es sentar unas bases en este campo?
Es cierto que el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para el 2030 es lento, pero sería un error considerarlo un fracaso rotundo. Lo importante es que los ODS han sentado unas bases sólidas para un futuro más sostenible. Han movilizado a gobiernos, empresas y la sociedad civil en torno a una agenda común, y han generado un gran volumen de datos e información que nos permiten comprender mejor los desafíos que enfrentamos.
Tenemos que seguir trabajando, sin perder ritmo, y redoblar esfuerzos para alcanzar los ODS. Es necesario un enfoque más ambicioso y transformador, con mayor inversión en las áreas con más dificultades.
