El barco de vapor, Correíllo La Palma, navegó 65 años en las Islas Canarias. Fue construido en 1912 y, desde entonces y de manera ininterrumpida, navegó hasta el año 1976 por todo el archipiélago.
Este es un barco simbólico, ya que representa la transición de la vela al vapor a principios del siglo XX, viene heredando la parte de la revolución industrial, la reparación naval. Es casi paralelo al Titanic.
Los correíllos interinsulares fueron subasta de las líneas de subasta pública con subvención del Estado, que era ambicioso para las comunicaciones de la época de entonces y abarcaban la construcción de grandes barcos bautizados con los nombres de “Viera y Clavijo”, “León y Castillo” y “Pérez Galdós”, a los que se sumarían posteriormente otros como el “Almirante Díaz”, “Mogador”, Congo”, etc. Estos cubrieron las rutas canarias hasta principios de 1912.
Fue un salto en cuanto a la comunicación de todas las islas, ya que era un proyecto muy ambicioso y se ejecutó uniendo los puertos principales, además todos los núcleos costeros de todas las islas, incluso las más alejadas. En esa época, daba la oportunidad de mantener intercomunicada a todas las islas, eran barcos modernos entonces, con luz eléctrica en los camarotes.
En 1930, la Compañía Transmediterránea asume la gestión de las rutas interinsulares canarias y para ello adquiere la flota de correíllos, que paulatinamente moderniza y mejora técnicamente, cubriendo con ella el servicio hasta su retirada y sustitución por buques más contemporáneos que se produce de manera escalonada ya en la década de los sesenta y setenta del siglo XX.
Eso significa que lleva más de un siglo entre nosotros, en activo 65 años, más 10 años que atracado en Las Palmas.
El objetivo de la Fundación Correíllo La Palma es la restauración de este extraordinario barco que forma parte de la historia naval de Canarias.
Un proyecto de valor para la sociedad
Tal y como comenta Juan Pedro Morales, Presidente de la Fundación: “Yo estoy convencido, desde hace muchos años, y sigo en la lucha junto los que pertenecemos a la fundación, de poner en valor este proyecto, empezamos con la idea de restaurar un barco simbólico, pero nos hemos dado cuenta de que es un proyecto mucho más ambicioso. Hay que rescatar toda la historia marítima de Canarias, somos islas y no hay un museo marítimo de calidad ni aulas específicas”.
Recientemente, se ha hecho una presentación del anteproyecto de un centro de interpretación, de un aula del mar donde se han percatado de la cantidad de vacío que hay en todo lo que relaciona al rico patrimonio marítimo, industrial y portuario de las islas.
“Hemos ido investigando todo lo que está alrededor de las comunicaciones marítimas, conexiones interinsulares, tráfico marítimo y todo eso relacionado con el entorno de Canarias y de los propios canarios. Nos animó la aceptación tan grande de la población, con mucho interés por abordar el tema, aunque nos han cogido dos crisis de por medio, la del 2008 y esta del coronavirus reciente”, afirma el presidente. “Tenemos muchos miembros benefactores que apoyan el proyecto, así como Puertos del Estado, dirección general de patrimonio del Gobierno de Canarias, además de los cabildos de Tenerife, Fuerteventura, La Gomera, La Palma y El Hierro, esperamos que pronto se unan los cabildos restantes”, continúa.
La expectativa del proyecto siempre ha contemplado que sea un barco que pueda visitar todas las islas y que pueda hacer los viajes de época, con los itinerarios originales e incluso isitar los núcleos costeros de todas las islas.
La incorporación de la Dirección General de la Marina Mercante ha sido muy importante porque han proporcionado una aportación económica importante, así como Puertos del Estado. Además, está planteándose que venga el presidente de Puertos del Estado, el cual le da una visión nacional al proyecto de nivel.
La Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Canarias está apostando con mucho interés también por el proyecto y a través de ellos están tratando de incluir en las sedes europeas. “Hemos solicitado una zona para hacer viable ese centro de interpretación marítimo. Además, estamos con unas obras muy importantes que están a punto de licitarse para la restauración de parte de su estructura, y también hay posibilidades de recibir financiación para rehabilitar el interior, lo cual nos permitiría hacer actividades con un campo mucho más amplio en el propio barco”, afirma Juan Pedro Morales.