En alguna Columna anterior de nuestro querido diario Tribuna de Andalucía ya mencioné algo no muy conocido incluso para los lectores de noticias del ámbito económico y empresarial como los de este diario, debido quizás a toda la sobreinformación que se nos estaba dando con la pandemia del COVID-19.
El verano pasado se celebró en Huelva el evento de presentación de los resultados de un documento muy interesante para el futuro industrial de nuestra región: el tercer estudio sobre regiones y ciudades de mineras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). La OCDE no es una institución nueva ni sospechosa de pretender un nuevo orden mundial, sino que es una Organización fundada en 1.961, con sede en París y que además cuenta con el mejor servicio de estudios económicos de mundo. Esta organización internacional tiene por objetivo promover políticas que favorezcan la prosperidad, la igualdad, las oportunidades y el bienestar para todas las personas. Formada por 38 Estados ha sido la organización precursora de medidas tan importantes como los Convenios Internacionales en materia fiscal para evitar la doble imposición, y actualmente tiene un foro de 135 países que trabaja para evitar la elusión fiscal internacional de las grandes multinacionales.
Desde la celebración en Sevilla de Mining Metal Hall del año 2019 (MMH cuya próxima edición tendrá lugar en esa misma ciudad del 18 al 20 de octubre de 2022) los técnicos de la OCDE han estado colaborando con funcionarios de la Junta de Andalucía, profesores de Universidad, empresas mineras, la patronal AMINER y despachos de abogados en concretar los puntos fuertes del sector minero andaluz y los aspectos que hay que mejorar para situar a Andalucía en el top de las comarcas mineras a nivel internacional, lugar que debería alcanzar por méritos propios si realmente todos tomamos consciencia de ello.
La Plataforma de Regiones y Ciudades Mineras de la OCDE está centrada en potenciar las regiones mineras para ayudar al sector a cumplir los objetivos climáticos, con el objetivo de lograr la neutralidad climática en 2050, pero explicando, además, que los recursos mineros están donde están (nada de NIMYB) y por lo tanto es empleo que no se pueden deslocalizar como pasa con otro tipo de industrias.
Esta última cuestión no es accesoria, ni baladí, pues en Andalucía, no sólo somos líderes en turismo y en sector agroalimentario, sino que también podemos serlo en minería metálica. Actualmente operan en nuestra región 6 grandes explotaciones mineras: Minas de Riotinto, Mina de Aguas Teñidas, Mina Magdalena y Mina Sotiel (Huelva), Cobre Las Cruces (Sevilla) y Minas de Alquife (Granada); próximamente está prevista la reapertura de la Mina de Los Frailes (Sevilla). Además, Atlantic Copper en Huelva, tiene una planta que la convierte en el segundo productor de cobre del mundo.
Pero es que hay otro dato muy importante (y desconocido) como es que tenemos en curso más de 70 proyectos de investigación minera, lo que nos permitirá reiniciar la actividad en minas históricas, así como abrir nuevos yacimientos. Algunos proyectos en exploración son los de Tharsis, La Zarza, San Telmo, Escacena, Paterna, Paymogo, La Toscana, Concepción, Valverde del Camino, Beas, El Berrocal, Villanueva de los Castillejos, Alosno, El Almendro y San Bartolomé de la Torre, entre otros municipios de Huelva y Sevilla, así como en Los Pedroches en Córdoba.
Con este escenario la OCDE encontró que había 4 puntos fuertes desde donde partir: en Andalucía se extrae el 90% de los sulfuros polimetálicos del país a partir de los que se obtienen cobre, plomo o zinc, y somos la primera comunidad en exportaciones; la proximidad de las Minas con centros urbanos de las ciudades (por ejemplo, Cobre Las Cruces está a 20 minutos del centro de Sevilla en coche, algo increíble para un canadiense o australiano); nuestra localización: puerta de África y descubridores de América y la identidad minera en muchos pueblos de las Provincias de Sevilla y Huelva, algo nada fácil de encontrar en el resto de mundo.
Pero la OCDE también detectó 4 puntos débiles en los que se debía mejorar: tenemos que aumentar la innovación tecnológica, crear más vínculo y mejor mallado entre las empresas de servicios y las tractoras, aumentar el tamaño de las empresas auxiliares mineras, y quizás el más importante de todos: mejorar en la tramitación de los procedimientos administrativos, que son complejos, impredecibles en cuanto a su duración y sujetos a interpretaciones va- riadas, con una legislación minera obsoleta y una normativa ambiental realmente complicada.
Para ello, la OCDE dio a Andalucía 15 recomendaciones para alcanzar el podio minero internacional. De todas ellas, destaco algunas sobre las que ya se está trabajando por parte de la Junta de Andalucía: procurar una coordinación real entre la planificación territorial y urbanística con la minera (los planes sectoriales mineros -estrategia de minería sostenible- deben ser instrumentos de ordenación territorial vinculantes y no documentos meramente programáticos); potenciar la innovación dentro de la cadena de valor minera, mejorar la relación entre las empresas locales y extranjeras, crear uniones entre empresas para pruebas novedosas en temas de economía circular y de I+D+I, hacer crecer a las pymes mineras median- te la internacionalización de sus servicios; reforzar la identidad y herencia minera en los pueblos orgullosos de serlo, comunicar mejor la fuerte RSC de la Minería a nivel mundial, etc.
Y de entre las restantes recomendaciones, quiero destacar dos:
La primera, mejorar el marco regulatorio regional y agilizar el otorgamiento de los permisos (Permitting ambiental y minero), ¿y cómo lo hacemos? pues creando una ventanilla única, potenciando la Unidad Aceleradora de Proyectos, mejorando la plantilla de funcionarios dedicados a temas complejos y contando con expertos que ayuden a dar la mayor seguridad técnica y jurídica a los funcionarios.
Y la segunda, que la Estrategia Minería Sostenible 2030 sea ambiciosa, se ejecute con rigor, se le haga un seguimiento adecuado, permitiendo que se enriquezca con medidas de éxito de otros sectores como la creación de la marca “Andalucía Minera”; con esta marca podremos vender nuestra región internacionalmente con la ayuda de los operadores mineros ya implantados, atraer y facilitar la inversión extranjera y “fichar” trabajadores cualificados desde todas las partes del mundo porque Andalucía cuenta con un entorno industrial innovador y sostenible, además de ser una potencia turística internacional.
Las recomendaciones dadas por la OCDE ya están siendo desarrolladas en países en los que recurrentemente nos que- remos mirar, Canadá, Australia, Finlandia o Suecia.