Acaba de presentar su sello Tarifa Verde para compensar la huella de carbono en colaboración con sus clientes. ¿En qué consiste esta iniciativa?
A través de nuestra Tarifa Verde calculamos los gases de efecto invernadero que emitimos a la atmosfera por el servicio contratado, utilizando los kilómetros del recorrido y el consumo del vehículo empleado para compensarlo al 50% entre el cliente y Rosabus, con la compra de créditos de carbono.
Dichos créditos se adquieren a través del MITERD, Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, con la ayuda a proyectos de reforestación de Huelva, olivares de Jaén y proyectos de la ONU para combatir el hambre la guerra y la pobreza en países subdesarrollados.
De esta forma, nuestros clientes pueden aportar su granito de arena en remediar el cambio climático, considerándose una empresa ecológica y sostenible. En las facturas en las que apliquemos la Tarifa Verde, se verá reflejado las emisiones GEI (Gases Efecto Invernadero) liberadas a la atmosfera con el trayecto, emitiendo un certificado de compensación.
En definitiva, con esta iniciativa de la Tarifa Verde pretendemos concienciarnos y concienciar al sector del turismo de la problemática del cambio climático y la importancia de la sostenibilidad.
Rosabus mantiene una tendencia de ampliación de vehículos verdes en su flota. ¿En qué punto están ahora mismo? y ¿en qué fecha calculan que todos sus vehículos serán de bajas emisiones?
En la actualidad, el 83 por ciento de la flota de Rosabus, compuesta por más de 50 vehículos entre minivans, microbuses y autocares, usan motores híbridos y Euro VI. Calculamos que de aquí a unos tres años aproximadamente todos nuestros vehículos tendrán motores Euro VI de última generación con bajas emisiones de gas e iremos incorporando tantos vehículos híbridos, para cubrir servicios locales, como vehículos de motores de última generación Euro VI.
En 2027 pretendemos que todos los vehículos de la flota Rosabus sean de bajas emisiones.
Su empresa está especializada en el sector turístico y de congresos. ¿Cómo se plantea el verano? y ¿qué balance puede hacer de esta primera mitad del año?
Efectivamente, en Rosabus estamos especializados en el sector turístico, circuitos, congresos, eventos y MICE. El verano es una época de menor actividad profesional y, por tanto, aprovechamos para llevar vehículos a viajar por circuitos en Europa en un perfil más vacacional, sobre todo para clientes de Sudamérica.
En el primer semestre de este año hemos aumentado nuestro trabajo un 23 por ciento más con respecto al año pasado en la misma temporada. Tras la pandemia, dimos un salto cualitativo importante, en 2023 facturamos un 50 por ciento más que el año anterior y vemos que la tendencia no se estanca, sino que continúa al alza.
En verano del año pasado llevamos 80 autocares a la Jornada Mundial de la Juventud con el Papa en Lisboa y este verano, estamos inmersos en otras actividades, pero igualmente productivas, no como años atrás, que el verano suponía un parón importante.
En el plano internacional, en el que ustedes también operan. ¿Cómo les está afectando la inestabilidad y el aumento de costes?
En el plano internacional sigue la tendencia de Centroeuropa, pero cada vez son más los países sudamericanos que están entrando en los circuitos, al igual que los americanos. Va variando por temporadas, pero en un principio no nos están afectando los distintos conflictos internacionales actuales, sigue la misma tendencia.
Con respecto al aumento de costes sí que nos vemos afectados, sobre todo por los tipos de interés. Como empresa de transporte turístico discrecional estamos renovando constantemente nuestra flota.
Además, el incremento de costes se ha disparado también muchísimo de forma directa por el tema de la reforma laboral. Como empresa de servicios turísticos tenemos infinidad de horas, y como los conductores tienen una normativa muy exigente con respecto a las horas de conducción y descanso, muchas veces nos hemos obligados a contratar profesionales solo para realizar un servicio de regreso de cena o traslado, pues siguiendo la normativa actual, como terminan tarde no pueden trabajar temprano al día siguiente, como sí pueden hacerlo los VTC o Cabify, que no tienen horario. Solo el hecho de contratar otro conductor para un solo servicio supone un aumento excesivo de costes.
Rosabus se destaca también por haber participado y colaborado en algunas acciones solidarias importantes. ¿Tienen alguna acción prevista para los próximos meses? ¿Diría que es importante para su empresa ser parte del tejido social a todos los niveles?
Sí, por supuesto. En el adn de Rosabus está la colaboración con objetivos solidarios, desde nuestros inicios, aunque ahora esté más de moda todo lo relacionado con la Responsabilidad Social Empresarial.
A lo largo de nuestra trayectoria hemos colaborado y ayudado en todo lo que hemos podido, desde los barrios más cercanos, con las parroquias y asociaciones de nuestro alrededor, así como traspasando fronteras, con la operación humanitaria que llevamos a cabo a través de la Asociación Infancia de NAD en la guerra de Ucrania, fletando cuatro autobuses, cargados de material sanitario, comida, ropa y productos de higiene, con once chóferes, dos médicos y dos enfermeros para traernos de la ciudad polaca de Cracovia a más de 107 ucranianos, 60 de los cuales eran niños y un bebé de 15 días, que pudimos dejar sanos y salvos en España con sus familias de acogida. Fue una experiencia increíble que nunca olvidaremos.
No nos olvidados de las acciones de Responsabilidad Social con nuestro propio equipo, con las peticiones que nos hacen muchas veces conductores y trabajadores, las acciones más importantes para nosotros.
Lo próximo que tenemos en mente es la colaboración, a través de la Asociación de Empresas Turísticas de Sevilla, ASET, para acercar a los niños de los barrios marginales al turismo, que se sientan turistas por un día, visitando la Catedral, la Torre del Oro, el Real Alcázar, también en colaboración con los guías y los diferentes establecimientos.
Igualmente, este verano estamos colaborando con la Escuela en Valores, 38 años educando a través del fútbol en barriadas marginales, aportando los autobuses a precios muy especiales para los traslados.
