Entiéndase Feria como la Feria de cada uno allá donde viva y disfrute. Para mí, como para muchos, Feria es la Feria de Abril de Sevilla.
Sin miedo a mojarme. Y quizás también porque sea la que necesita de más explicación.
Ya está ahí, dos semanas después de la Semana Santa, que es la que marca que todo viene, que todo se precipita en Sevilla y Andalucía, todo con la llegada del buen tiempo y con el cambio de hora (este indicador algún día desaparecerá, ojalá).
Pero aquí, la cuestión es como un día, un compañero del antiguo Grupo Banco Popular, en Madrid, me dio una justificación de la Feria que nunca olvidaré, y que en ese momento la defendí difícilmente con pincel grueso, y no con el fino como intento hacer ahora.
Ahí va: “entonces me estás diciendo que la Feria implica el uso una sola vez al año de una superficie pública de grandes dimensiones y en pleno corazón de crecimiento de Sevilla, terreno público, con el valor inmobiliario y de desarrollo que tiene, para uso exclusivamente privativo durante una semana?” A lo que en lugar de responder con una excusa como “pero hay algunas casetas públicas”, tuve que decir un honesto “sí, así es”.
Y no voy a meterme en el pantano (no charco) de las casetas privadas, sólo entraré en uno de sus porqués, el impacto económico.
Hablamos simple y llanamente de un total de 450.000 metros cuadrados (uso directo, sin considerar anexos auxiliares) públicos dedicados durante 7 días al año al Real de la Feria. Que pensando en Los Remedios, barrio de Sevilla donde enmarcamos la Feria, el metro cuadrado para la compra de vivienda terminó el 2024 en 3.300 euros/m2, por lo que podríamos valorar el recinto, en un número muy simple, por 1.485 millones de euros, para una planta, si consideramos 7 alturas, pues cerca de 10.000 millones de euros, ya que cada uno juegue con las palancas de valoración, pero lo que nadie duda es de su valor, lo que podríamos decir, es un caramelo.
Y si aplicamos el multiplicador EBITDA natural de la construcción, 13x (reducción al artículo), hablaríamos de cerca de 130.000 millones de valor de la Feria. Más caramelo aún.
Caramelo, pero defendido por los que asistimos a la Feria cada año, porque mi sí anterior, no fue tanto un “sí, es así”, sino que sonó “sí, ¿y qué? Eso es lo que hay”.
Pero si además pasamos del pincel grueso al fino, el impacto económico para la Ciudad, para toda la ciudad, y no para los inmobiliarios del caramelo, en 2023 y 2024 ha rondado los 1.000 millones de euros anuales, o el 3% del PIB sevillano anualmente. Creo que no es poca cosa.
Así podemos sentenciar que, en una vida completa de cualquier sevillano, de aquí en adelante, y/o considerando los pasados, la Feria sí, durante una semana al año, se amortiza al 50% en cada vida. Es decir, con tan sólo dos generaciones de sevillanos “pagamos el terreno” para la eternidad. Esto para cuando surjan dudas a la hora de explicarlo a los de fuera (o a los de dentro). Con números.
No hace falta decir, como en cualquier inversión amortizada, que todos los años restantes, todas las generaciones siguientes, se consideran beneficios netos a la cuenta de resultados de la ciudad.
Y podemos decir que los sevillanos y nuestra economía, tenemos con la inversión de este suelo público para uso privado durante una semana al año tenemos un fondo de inversión “público” y “común” a perpetuidad con una rentabilidad nominal anual del 3,77%. Ni tan mal.
Todo lo anterior, es sólo considerando el impacto económico materializado, pero quién no ha escuchado ese tópico decir que “en Feria en donde hemos cerrado los mayores contratos”. Si el río suena, siempre algo de agua lleva. Y eso es economía no contabilizada como Feria ni materializada en ese momento, pero sí que irá al PIB de curso.
Y hay más. En datos del Ayuntamiento y de la Confederación de Empresarios de Sevilla, en la edición de 2023 se contabilizaron más de 5,8 millones de visitantes al recinto ferial a lo largo de la semana. El impacto en el sector turístico fue rotundo: más del 92% de ocupación hotelera en la ciudad, y picos de tarifas por habitación superiores a los 300€/noche en hoteles de 3 y 4 estrellas. La hostelería facturó más de 135 millones de euros sólo durante la semana de Feria. Las ventas en moda flamenca superaron los 90 millones, siendo el 2024 el año con mayor gasto medio por visitante en este sector, alcanzando los 640 euros por persona.
¿Suficiente? En resumen, volvería a decir, “sí, ¿y qué pasa?”,