La Copa COVAP, iniciativa educativa y deportiva promovida por la Cooperativa Ganadera del Valle de los Pedroches, y el Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de Andalucía (COOOA) señalan que los problemas visuales no detectados, como miopía, hipermetropía o astigmatismo, entre otros, pueden disminuir el rendimiento de los niños y niñas que practican deporte. Y es que, según un trabajo de investigación de la Universidad de Miño (Portugal), el 80% de la información que se recibe en el terreno de juego procede de la visión.
Este dato pone de manifiesto la importancia que tiene el sistema visual en la realización óptima de cualquier actividad física. De hecho, la percepción del espacio, la valoración de las distancias y la evaluación de las velocidades implican capacidades oculares, además de cerebrales y físicas.
En este contexto, la visión juega un papel crucial en el desarrollo de habilidades esenciales en el deporte, como la agudeza visual estática y dinámica, la oculomotricidad y la coordinación ojo-mano, ojo-pie u ojo-cuerpo. También involucra aspectos como la acomodación o enfoque en diferentes distancias, la visión binocular y el tiempo de reacción visual.
Por tanto, un defecto en el sistema visual puede ser la causa de que un niño o niña no rinda al máximo de sus posibilidades. “Esto es así porque algunas de estas habilidades clave se ven afectadas, impidiendo a los y las menores mirar donde deben o moverse adecuadamente en el espacio de juego”, explica Laura Romero, óptico-optometrista colegiada del COOOA. Además, la visión periférica, de vital importancia en deportes de equipo, también se ve mermada, lo que dificulta la localización de compañeros o compañeras, o la correcta posición en el campo, “provocando torpeza, descoordinación y dificultades de equilibrio”, añade.
Para prevenir estos problemas, la Copa COVAP y el Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de Andalucía recomiendan realizar exámenes visuales durante la infancia y, especialmente, tras la vuelta de verano, coincidiendo con el inicio del curso escolar, con objeto de detectar posibles deficiencias en la visión. Estos controles deben enfocarse no solo en la corrección visual básica, sino en la evaluación de capacidades esenciales, como el enfoque, la coordinación entre los ojos y los movimientos oculares en diferentes posiciones de mirada. “La detección temprana y el entrenamiento de estas características pueden marcar una gran diferencia en el desempeño deportivo”, afirma la óptico-optometrista.
Visión y deporte, un tándem que se retroalimenta
Una correcta salud visual es esencial para que los niños y niñas puedan disfrutar y rendir adecuadamente a la hora de realizar su deporte favorito. A su vez, este contribuye a mejorar habilidades visuales que afectan, sobre todo, a aspectos como la velocidad de reacción y anticipación ante diversas acciones que se llevan a cabo en el terreno de juego, especialmente cuando estas se producen en situaciones de estrés. Como resultado, “las reacciones motoras de los y las menores se vuelven más precisas y automáticas, lo cual influye positivamente en su rendimiento físico”, argumenta la especialista.
En esta línea, la Copa COVAP y el COOOA subrayan el valor del deporte como una herramienta para potenciar al máximo las capacidades visuales y animan a padres, madres, entrenadores y entrenadoras a que presten especial atención a niños y niñas con el fin de detectar cualquier síntoma que pueda indicar una anomalía visual, como visión borrosa, descoordinación o desequilibrios, entre otros, para acudir cuanto antes a un profesional sanitario óptico-optometrista.
Asimismo, se recomienda impulsar la seguridad de los ojos, que corren un especial riesgo en determinados deportes. “El objetivo no solo es garantizar una buena agudeza visual que favorezca la práctica de la actividad física, sino también ofrecer la protección necesaria frente a posibles lesiones oculares”, argumentan desde el Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de Andalucía, para lo que recomiendan el uso de gafas deportivas que cuenten con la graduación adecuada.
La relación entre los problemas de visión no detectados y el bajo rendimiento en el deporte infantil ha sido la temática en torno a la que ha girado esta sede de la 12ª edición de la Copa COVAP, que ha tenido lugar este domingo en Huétor Tájar (Granada) con más de 400 participantes. Se trata de un evento en el que, además de celebrarse partidos de fútbol y baloncesto masculino y femenino, un equipo de especialistas nutricionistas imparte a los familiares una formación sobre alimentación saludable titulada ‘¿Mito o realidad? La verdadera cara de una vida saludable’. Por otro lado, psicólogos trabajan con los niños y niñas a través de la sesión ‘El poder de gestionar nuestras emociones’, donde aprenden sobre la frustración.
Los equipos Fundación C.B. Granada de baloncesto femenino, C.B.C. Motril de baloncesto masculino y Arenas de Armilla en fútbol han sido los ganadores en sus categorías y representarán a Granada en la Fase Final, que se celebra en abril en Fuengirola.
La iniciativa cuenta como embajadora con la taekwondista Adriana Cerezo, subcampeona olímpica en Tokio y actual medalla de bronce mundial, que apoya y difunde mensajes educativos, así como con la colaboración de la Federación Andaluza de Fútbol (RFAF) y la Federación Andaluza de Baloncesto (FAB).
Sobre la Copa COVAP
La Copa COVAP es una iniciativa educativa y deportiva única en Andalucía que cada año reúne a cerca de 4.000 participantes de fútbol y baloncesto de 10 y 11 años. Desde hace doce ediciones, este proyecto recorre las ocho provincias de Andalucía con el objetivo de promover valores positivos y luchar contra la obesidad infantil, un problema de salud cada vez más frecuente en menores: http://www.copacovap.es.