Vivimos tiempos convulsos, de gran incertidumbre, donde debemos saber adaptarnos con facilidad y rapidez a los cambios que se suceden cada día e incluso cada minuto. En una sola década hemos vivido dos grandes crisis, la primera una crisis eminentemente económica, producida por el modelo económico capitalista llevado al extremo, y la segunda crisis, de origen sanitaria, pero como todo en la vida afectando a la economía de tal manera que ha provocado otra crisis económica. Pues en tan solo estos 10 años las sacudidas económicas han dejado una gran huella en el modelo económico predominante, un modelo que se tercia agotado y sin capacidad de respuesta adecuada, y esto ha sido provocado por llevar al extremo el capitalismo, haciéndolo descarrilar de su probable objetivo matriz para el cual fue creado, por lo tanto queda suficientemente demostrado que los extremos no son buenos, hay que tener algo más de mesura, de capacidad analítica y empática, y amplia visión social para poder entender lo que sucede en cada momento en el entorno y de esta manera tomar las decisiones más adecuadas, pero siempre con un profundo carácter social.
Pues bien, ahora nos encontramos con una economía prácticamente parada o muy ralentizada, una sociedad perdida sin saber qué camino tomar, una despoblación interior que ha vaciado al sector primario (pero eso sí, todos queremos productos naturales de la huerta), unos gobiernos ausentes en algunos casos y en otros trabajando a trompicones por no saber exactamente como proceder de la mejor manera posible, pero lo que sí está meridianamente claro es que el actual modelo económico, el capitalismo llevado al extremo, está agotado, está desfasado, y sobre todo carente de soluciones, y es aquí donde debe salir a debate de forma clara la tenencia de un modelo con mayor carácter social, que sea inclusivo, que cohesione a una sociedad dividida y perdida. Hablamos de economía social, pero hablar de esto no es hablar de comunismo como muchos piensan, hablar de economía social es hablar de un modelo económico preocupado no solo por el capital monetario sino también por las personas, por el medioambiente, por la solidaridad como sociedad, básicamente es hablar de una economía nacida para una evolución social que llegue a todas las personas, que nadie se quede atrás (pero esta vez de verdad), porque al final todos necesitamos de todos, las empresas necesitan clientes y también trabajadores, los clientes necesitan empresas y personas capacitadas para atenderles en su proceso de compra, los trabajadores necesitan empresas para trabajar y también para comprar productos y servicios porque los trabajadores también son clientes, y las instituciones públicas necesitan a todos, porque todos aportan dinero a las arcas públicas con las que poder financiar y desarrollar proyectos para la sociedad en general. La economía social es la iniciativa económica que busca una mejor redistribución de la riqueza, porque cuantas más personas puedan tener ingresos decentes y sostenibles más consumirán y por lo tanto más podrán las empresas vender, y más ingresos podrán tener los gobiernos para reinvertir en la sociedad, al final es un circulo que debe ser virtuoso y que sea capaz de empoderar a toda la sociedad para crear un desarrollo sostenible e inclusivo.
El mundo necesita un modelo económico que se preocupe por las personas, por los recursos naturales, por el medioambiente en su globalidad, por la eficiencia, por el conocimiento y la formación, por la unidad y el entendimiento, por factores que promuevan el bienestar social y el desarrollo sostenible e inclusivo, en definitiva por un crecimiento homogéneo, y es aquí donde juega un papel importante la economía social como modelo económico basado en valores sociales firmes como la democracia, la colaboración y cooperación, la primacía de las personas sobre el capital monetario, la inclusión, la mejora del mercado laboral, la preocupación por el territorio, etc.
Pero todo esto no será posible si los que pueden no quieren y los que quieren no pueden. Mirar al futuro con valentía es pensar en el desarrollo de toda la sociedad.