Si hay algo que fascina a los amantes de la minería es el brillo del metal. Por ello, para alcanzar ese brillo se requiere de un esfuerzo monumental en todos los aspectos. Concretamente, ocho de cada diez investigaciones mineras no prosperan por multitud de motivos como, por ejemplo, la falta de rentabilidad. En otras ocasiones, la razón es el miedo al abismo que genera el papeleo o los problemas a los que se enfrenta un proyecto.
Afortunadamente algo está cambiando. El contexto internacional ha permitido que los gobiernos europeos vean la minería como una necesidad, analizando con perspectiva los problemas a los que se enfrentaba el sector para poder desarrollar sus proyectos. La no dependencia de terceros países es clave para nuestro crecimiento, es clave para nuestro tejido productivo y es clave para nuestra productividad y competitividad.
La demagogia de “ya no hago esto que contamina” parece que llega a su fin y lo absurdo de comprar a países que descuidan la calidad de sus procesos empieza a terminarse. Europa ya ha legislado para agilizar nuestros proyectos, respetuosos al máximo con el entorno y comprometidos con la recuperación medioambiental de las zonas donde impacta su actividad.
Y aquí es donde Andalucía brilla. Nuestro subsuelo es rico en una variedad de minerales, cuya extracción puede aportar numerosos beneficios a nuestra comunidad. También se trata de una oportunidad para demostrar cómo la minería moderna puede ser rentable si apuesta por la sostenibilidad de sus explotaciones. En nuestra tierra, tenemos ya ejemplos de empresas modélicas que son referentes internacionales en muchas de sus actuaciones, como Atalaya Mining, Sandfire Matsa, Cobre Las Cruces, Minas de Alquife, Calgovsa, etc.
Pero el brillo de verdad está en el desarrollo del sector. Las grandes explotaciones mineras son importantes, pero todo el tejido empresarial que las precede, mantiene y clausura, son la clave del desarrollo. Empezando por las empresas que invierten importantes cantidades de dinero en investigación. Estas empresas son la señal de la oportunidad del sector, sino hay buena receptividad a su riesgo, simplemente, no vienen. En Andalucía, trabajan en este sentido empresas como Pan Global Resources, Tharsis Mining o Alto Minerals, entre otras. Su trabajo es clave para el futuro del sector y sus resultados son prometedores. Sin embargo, para que trabajen estas empresas se necesitan otras que, por ejemplo, hagan sondeos. Aquí es donde firmas con mucha solera como Insersa, crecen y facilitan la labor de estas investigaciones.
En este sentido, una vez que las explotaciones están en marcha, hacen falta muchas empresas de servicio que florecen en su entorno, pero son las refinerías las que más necesitan esa actividad. En Andalucía, celebramos hace muy poco el 50 Aniversario de Atlantic Copper, la refinería más eficiente energéticamente del mundo, ahí es nada. Su labor para generar cátodos de cobre, ánodos y ácido sulfúrico es importantísima y son un referente que además apuesta por la economía circular con su proyecto Circular.
De hecho, muchos de estos cátodos van a Cunext Copper, empresa ubicada en Córdoba que transforma estos cátodos en alambrón de cobre, lo que le permite crecer de forma continuada. Otra actividad más, vinculada a la minería, donde se crea trabajo estable y de calidad.
Asimismo, el concentrado que no va a las refinerías se trata en Impala Terminals, en Huelva. En sus impresionantes instalaciones hacen blending, mezclan el concentrado para venderlo con las especificaciones que necesiten las refinerías de cualquier parte del mundo.
Y, por supuesto, el sector de los áridos, el sector cementero y la piedra ornamental. Importantísimo el papel de las empresas cementeras en Andalucía, con compañías de primer orden mundial como Portland Valderrivas, Holcim, Cemex o Votorantim Cimentos, presentes en diversas provincias andaluzas o como Cosentino, referente mundial, ubicada en Cantoria para orgullo de muchos de nosotros. Estamos hablando de más de 400 explotaciones mineras, es importante resaltarlo.
Sumamos a todas estas firmas cientos de empresas de otros sectores que son necesarios para su día a día, como empresas de ingeniería, de servicios jurídicos, de comunicación, de medio ambiente, etc. Además de asociaciones, colegios profesionales o fundaciones, entre otros entes que generan riqueza y oportunidades. En este sentido, el sector logístico es clave, los puertos andaluces, estratégicamente situados, son fundamentales para la actividad minera, al igual que navieras, empresas de transportes, maquinaria, etc.
Laboratorios como AGQ, ya son un referente mundial; compañías de explosivos como Maxam, con más de 150 años de historia; empresas como Iturri, que sirven multitud de necesidades específicas vinculadas a la seguridad industrial; y un sinfín de entidades similares que nos enorgullecen por su buen hacer.
Por todo ello, la minería en Andalucía brilla. Y brillará especialmente en el Mining and Minerals Hall en octubre, en el Palacio de Congresos de Sevilla. Una acción de comunicación que cumple diez años y que nació con el objetivo de dar visibilidad a un sector infravalorado y denostado en parte por la imagen de su pasado ambiental. Hoy más de 250 empresas expositoras, cientos de congresistas y miles de visitantes harán de la quinta edición de este evento, un encuentro único en Europa donde apreciar todo lo bueno de un sector que ha perdido el miedo a contar lo esencial de su actividad y la calidad humana y científica que posee. Visiten el MMH, porque siempre es una satisfacción ver como Andalucía sabe hacer relucir su talento aprovechando sus recursos.