Y es que no es tan normal como nuestro sentido común nos podría dictar. Pero cuando lo vives, descubres todo el potencial de la empresa como organización.
Las tan estudiadas y teorizadas ventajas del “copiar las cosas buenas que hace el otro, y dejarse copiar las cosas que uno hace” dentro del mundo empresarial, o llamémosle “Benchmarking”, resulta no ser nada normal ni habitual en la realidad empresarial, y afirmo, no lo es.
También es natural tener ese miedo a que te copien eso que “yo y sólo yo hago y nadie más en el mundo lo hace, o al menos nadie tan bien”, desde esa posición, es lógico el miedo y la resistencia al compartir para que te copien, pero cuando se descubre que no se tiene la fórmula de la bebida azucarada gaseosa más famosa, sólo hay que superar ese primer sonrojo para aprovecharse de las ventajas del compartir todo nuestros éxitos y errores con otras empresas.
Dicho esto, y para que todos nos sintamos confortables en este paso, pongamos sólo una única condición, que el compartir se realice entre empresas no competidoras dentro de un mismo mercado o negocio, pero entre todas las demás, a compartir se ha dicho.
Pero de qué hablamos, hablamos de que tu Director Comercial mantenga reuniones de trabajo con el Director comercial de tu proveedor de confianza, tu Director Financiero con el Director Financiero de uno de tus clientes, o cualquier otro ejemplo con cualquier otra posición, en la que se compartan las buenas prácticas de cada parte, inquietudes, necesidades de mejora, se pongan al día de sus respectivas posiciones, etc.
No se trata tanto de establecer canales formales de comunicación, sino lo contrario, promover una cultura empresarial informal que de pie y motive a ello, a invertir parte de tu tiempo a compartir con tus homólogos en otras empresas con las que se tiene relación, tiempo invertido del que, por experiencia propia, siempre se sacan algo en positivo para mejorar en la empresa y en tu propia gestión.
Mucho hablamos de la necesidad de la formación continua que la empresa debe poner al servicio de sus equipos, de la necesidad del establecimiento de planes de carreras para todos los niveles, o del promover el compromiso entre empleados y empresa, pero poco se habla de cómo el tener en tu cultura de organización este carácter abierto, de compartir entre las empresas con las que te relacionas en el día a día, te ayuda y se establece como una palanca clave en tu tan ansiada necesidad de retener el talento.
Siendo canales informales, todo impacta en la organización a través del ejemplo con hechos, desde lo más alto de la dirección.
Desde el propio Consejo de Administración, como máximo órgano de dirección, gracias a la inclusión de consejeros externos de aporte y valía real para los retos de la empresa, pasando por las formas de relación de la capa directiva, con el CEO o Director General a la cabeza, y desde ahí, hacía todos los niveles de la organización.
Una vez que todos en la organización perciben y entienden que su empresa se relaciona con el mundo como un código abierto, y que ello será en beneficio para la empresa, pero también para ellos mismos, es cuando se produce la magia del compartir entre empresas.
Estamos probablemente ante la fórmula de retención del talento más económica en euros y con mayor capacidad de aporte a las empresas, a modo de sesiones de consultoría gratuitas, si acaso sólo por el tiempo dedicado.
Ese miedo que hablamos al inicio, no sólo debe ser superado por la organización y su dirección, sino también por todos sus niveles, para que dejen de ver al otro como un rival, a ese que mi dirección me ha puesto como mi homólogo y que proviene de nuestro cliente o proveedor, sino con la seguridad profesional de que ambos mejoraremos al otro.
Dándose en último término, una vez instaurada esta cultura del compartir, y ahí la paradoja, nos encontraríamos con uno de los elementos diferenciales de tu empresa más difíciles de copiar, para aquellos que en origen no compartían por miedo a ser copiados, resulta que del abrirse, al mismo tiempo, nos convertimos en menos copiables.
Como dicen, detrás del miedo está libertad, y en este caso, el éxito de vuestra organización. Os ánimo a dar ese paso.