El reto de redefinir el éxito en tiempos de incertidumbre
La sociedad ha construido durante años una idea de éxito vinculada a la competitividad, el reconocimiento y la acumulación de logros. Pero, ¿qué ocurre cuando este concepto se convierte en una fuente de estrés y ansiedad para las nuevas generaciones? Según un estudio del Stanford Center for Youth Mental Health, el 79% de los jóvenes sienten ansiedad por el futuro y la presión de alcanzar el éxito a toda costa.
Este dato refleja una realidad que afecta a empresas, universidades y entidades que buscan talento: vivimos en un mundo que cambia a una velocidad vertiginosa, y aún seguimos midiendo el éxito con parámetros del pasado. Es el momento de repensar el éxito desde una nueva mentalidad, una forma de pensar y actuar que llamo el Mindset de la Nueva Era.
Una nueva mentalidad para un nuevo tiempo
Este concepto, del que tuve la oportunidad de hablar en TEDxUComillas, no solo es una idea inspiradora, sino una herramienta real para navegar la incertidumbre y construir futuro. El Mindset de la Nueva Era se basa en la capacidad de comprender que las oportunidades llegan cuando asumimos retos de gran alcance, aprendemos de los errores, desarrollamos resiliencia, trabajamos en comunidad y entendemos que el éxito ya no es brillar solos, sino formar parte de una constelación con es capaz de generar un impacto mucho mayor que del que podríamos lograr con nuestra mera acción individual.
Jaime Piqué Aguaded es un claro exponente de esta nueva mentalidad. Un joven andaluz con una visión diferente que decidió pensar en grande, dar un paso adelante y organizar TEDxUComillas. Su inquietud no es casualidad, forma parte de una generación imparable de jóvenes andaluces que han encontrado como referentes y palancas de desarrollo en programas como Sputnik, impulsado por Juan Martínez Barea, un programa referente y pionero en España que siembra en los jóvenes una semilla de ambición, curiosidad y ganas de transformar el mundo desde nuestra tierra.
Lo conocí en los campamentos de emprendimiento que organizamos en Andalucía Emprende, y hoy, años después, veo cómo sigue apostando por construir en vez de esperar. Consiguió una licencia TEDx, algo nada fácil, formó un equipo extraordinario con Lucía Martínez Echeverría, Marta Renedo Brú de Aragón, Juan Domínguez Lledó y 20 voluntarios, y llevó a cabo un evento memorable que reunió a personas dispuestas a lanzar su voz para cambiar el mundo. Como decía Juan Martínez Barea: “El futuro pertenece a los que se atreven”.
Más allá de los jóvenes: las empresas también necesitan este mindset
Este cambio de mentalidad no es solo un desafío generacional. Las empresas y organizaciones afrontan el reto ineludible de actualizar cómo piensan estratégicamente y reinventar como entienden el talento como un activo competitivo, con una nueva forma de atraer, desarrollar y fidelizar el talento. Es claro, la agilidad, la innovación y el impacto social ya no son tendencias, son necesidades estratégicas.
Las compañías que quieran liderar el futuro deben desarrollar esta mentalidad de crecimiento y acción de forma armonizada y natural. No se trata solo de contratar talento joven, sino de ofrecerle espacio para crear, desafiar el statu quo y co crear el futuro dentro de la organización.
El liderazgo del siglo XXI no se mide por cargos, sino por impacto. Y ahí es donde el talento se convierte en un activo invaluable.
Tengo la suerte de trabajar codo con codo con talento joven comprometido y de altas capacidades como José Luis García del Río o Carlota la Peña, de quienes aprendo cada día nuevas formas de pensar y hacer. Ellos no solo traen ideas frescas, traen una nueva forma de entender el mundo y de hacer empresa.
Hacia un pacto por el talento y la innovación
Si queremos transformar el presente, debemos empezar por cambiar la forma en la que concebimos el éxito. Debemos apostar por un pacto en el que jóvenes, empresas e instituciones trabajen juntos para impulsar una mentalidad que rompa esquemas.
Si algo ha quedado claro es que el futuro no es una línea predeterminada, sino un espacio de posibilidades que construimos con cada decisión, con cada acción y con cada nueva forma de pensar.
Este es solo el comienzo de un camino apasionante en el que personas, empresas y organizaciones están llamadas a desafiar lo establecido y a desarrollar un mindset que impulse la innovación, el impacto y la transformación real.