Con el objetivo del cumplimiento de los ODS establecidos por la Unión Europea. ¿Qué acciones está llevando a cabo la Cámara de Comercio de Málaga?
Desde la Cámara estamos trabajando en sensibilizar a nuestras empresas, especialmente a las pymes, sobre la importancia de la sostenibilidad como palanca de transformación, especialmente en unos momentos en los que es necesario un profundo proceso de reinvención, aprovechando, precisamente, los fondos Next Generation EU, que marcan la transición ecológica como uno de los ejes estratégicos de actuación.
Estamos convencidos en priorizar la sensibilización de las pymes sobre su papel esencial en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), así como para poner en valor las nuevas vías de negocio que supone para estas empresas la integración del marco de la Agenda 2030.
En este sentido, me gustaría destacar que hemos puesto en marcha la Comisión de Medio Ambiente y Sostenibilidad de la Cámara, pretendiendo que sea un foro donde concretar propuestas y desarrollar estrategias para el impulso de iniciativas que calen en el tejido empresarial, además de mantener una interlocución a través de la Cámara con las administraciones públicas.
Igualmente, la Cámara de Comercio de Málaga ha puesto en marcha el programa “Pyme Sostenible”, con el fin de mejorar la productividad y competitividad de las pequeñas y medianas empresas, con ayudas económicas de fondos europeos para el desarrollo de muy diversos proyectos, en el que se contemplan aspectos como la huella de carbono, la eficiencia energética, la economía circular o el diagnóstico de los ODS.
¿En qué punto diría que están los empresarios malagueños en cuanto a la sostenibilidad?
Cada vez más empresas entienden la importancia de asegurar una gestión medioambiental y social verdaderamente sostenible, pero, sigue siendo necesario aumentar las inversiones en tecnologías, en energías limpias y, también en formación, no solo necesario para comprender el problema, sino para saber qué medidas y normativas hemos de aplicar.
A nivel de nuestra provincia, en general, creo que la mayoría de las empresas están preocupándose por mejorar su impacto sostenible, aunque existe un cierto grado de desconocimiento de los ODS y de la Agenda 2030, especialmente en cuanto tiene que ver con la normativa. Precisamente, hace unos días, celebrábamos en la Cámara una jornada, con la colaboración de la Fundación ICO y la Cámara de Comercio de España, en la que se presentó la guía “Prepara a tu pyme para los retos de la sostenibilidad”, con el fin de ofrecer un completísimo conocimiento sobre las regulaciones y normativas actuales y ejemplos de buenas prácticas.
Pero, sobre todo, vemos que, gracias a los principales sectores económicos de Málaga, la sostenibilidad es vista con mayor interés por nuestras empresas como una oportunidad para sus negocios, como ocurre, muy especialmente, con el turismo, sin olvidarnos de la importancia que estas prácticas sostenibles tienen para otros sectores vitales de nuestra economía, como el agroalimentario, la construcción o el tecnológico.
Uno de los sectores económicos más importantes de la provincia es el turismo. ¿Cree que las empresas turísticas malagueñas están en la línea de la sostenibilidad?
Efectivamente, para el principal motor económico de nuestra provincia, el turismo, la sostenibilidad es ya una prioridad a fin de atraer y atender a un turista cada día más exigente y ofrecer un mayor nivel de calidad en los servicios.
La gran mayoría de empresas del sector ya están adoptando prácticas sostenibles para mejorar su impacto ambiental y social. Desde el propio sector nos lo dicen, es imprescindible mejorar la oferta con un compromiso serio y con acciones que respeten el entorno si queremos atraer a un visitante que, ya sea a nivel internacional o nacional, cada día se siente más identificado con la sostenibilidad, esencial para mantener la posición como referente mundial de nuestro destino.
Y esto no solo se ve en cuanto a la manifestación de intereses, sino con una verdadera implantación de procesos cada vez más respetuosos con el medio ambiente, sobre todo, a través de nuevas tecnologías más eficientes y con políticas sociales que permitan una experiencia realmente agradable de aquellas personas que nos visitan y que, al fin de cuentas, son el mejor prescriptor que existe.
El último foro Greencities, de Inteligencia y Sostenibilidad Urbana se realizó en Málaga. ¿Cree que la ciudad es referencia en materia de sostenibilidad?
Por supuesto que puede serlo. Durante los últimos años, desde los sectores público y privado, se han llevado a cabo innumerables esfuerzos e inversiones para dotar a la ciudad y, también a nuestra provincia, de unas adecuadas infraestructuras y de mejorar la movilidad hacia un enfoque sostenible, buscando soluciones de eficiencia energética y tecnológica, para hacer de Málaga una ciudad inteligente e interconectada.
Todo este trabajo ha venido a apoyar un crecimiento económico sostenible, aunque todavía, tengamos bastante en lo que mejorar. No quiero olvidarme que aún siguen pendientes muchas realizaciones en materia de infraestructuras, como pueden ser las soluciones de saneamiento, vitales para nuestro sector turismo, o las de carácter hídrico para un mejor abastecimiento y aprovechamiento del agua.
No obstante, la ciudad en materia de sostenibilidad creo que ha dejado bastante patente su gran nivel con ocasión de la candidatura presentada para la Expo de 2027, donde ha quedado claro cómo se pueden compatibilizar el desarrollo urbano con el cuidado del medio ambiente y ofreciendo iniciativas innovadoras para afrontar una movilidad sostenible.
¿Cuáles cree que son los retos a los que se enfrentan las empresas por lo que se refiere a la sostenibilidad, las grandes y también las pymes?
Volviendo a lo tratado hace unos días en la jornada celebrada en la Cámara sobre los retos de la sostenibilidad, aquí se puso de manifiesto que la sostenibilidad se basa en un triángulo de cuestiones conocidas por las siglas “ASG”: Ambiental, Social y Gobierno Corporativo que deben ser gestionadas de forma equilibrada para asegurar un desarrollo en el tiempo, sin comprometer los recursos y posibilidades futuras.
En base a esta visión de los ODS, pudimos comprobar que los retos pueden provenir de múltiples circunstancias, desde las regulatorias, como el cumplimiento normativo, ampliamente detallado en la guía que cité al principio; los avances tecnológicos y la integración de nuevos sistemas; las políticas sociales y laborales; la comprensión y adopción de un cambio cultural para formar a todos los miembros de la organización y adoptar prácticas sostenibles, y, por supuesto, todos aquellos que tienen que ver con los costes de implantación, desde las mejoras en eficiencia energética, hasta las inversiones en nuevas tecnologías.
Por ello, como vemos, los retos son importantes y muy variados, y para superarlos se necesita no sólo de buenas intenciones y compromiso, sino de los recursos necesarios para hacer frente a su implementación, de ahí, que desde la Cámara de Comercio de Málaga, vengamos haciendo hincapié en que se adopten medidas de apoyo y ayuda hacia las empresas, especialmente hacia las pymes que suponen prácticamente el 99% del tejido productivo, y comprender de esta forma las enormes posibilidades de reactivación económica basada en la sostenibilidad.
