¿Cuál es el enfoque principal de Innoplant en la búsqueda de soluciones científico-tecnológicas para el sector agroalimentario?
Nuestro objetivo inicial era actuar como un departamento de I+D externo, de forma que realizamos transferencias de tecnología desde los centros de investigación hacia las empresas del sector privado. Fundamentalmente ese es el enfoque principal de Innoplant.
¿Qué aspectos destacarías de vuestra especialización y conocimiento en este ámbito?
Sin duda, el aspecto que más destacamos es que tenemos un conocimiento polivalente del sector agrícola.
Trabajamos para empresas productoras de fertilizantes, para cooperativas agrícolas y también para productores finales, que son los consumidores de esos fertilizantes, incluso con actores secundarios de la cadena de valor del sector. Con lo cual, tenemos un conocimiento de cuáles son las necesidades, cuáles son las demandas y eso hace que podamos también dar nuestra opinión de cuáles son las líneas de innovación que se deben llevar a cabo.
¿Cuáles son las técnicas analíticas más avanzadas que utilizan en vuestros proyectos y cómo se integran en la resolución de problemas y necesidades específicas del sector agroalimentario? ¿Qué metodologías de análisis destacaría que la empresa emplea en su trabajo?
La línea que ahora mismo más destacamos y que nos está dando mejores resultados es la línea de microbiología agrícola.
Hemos conseguido poner a punto una serie de tecnología que nos permiten estudiar en profundidad cómo es la calidad microbiológica de un suelo agrícola. Es una tecnología que estamos utilizando mucho, que ayuda mucho a los productores. Incluso, también ayuda a las empresas que son productoras de fertilizantes y de estimulantes para ver cómo sus productos mejoran esa calidad del suelo.
Por otra parte, ¿qué tipo de profesionales integran el equipo multidisciplinar de Innoplant y cómo se complementan sus habilidades y conocimientos en el sector agroalimentario?
Consideramos que es una de las claves del éxito de Innoplant, está integrada por personas polivalentes, intentamos que todas las personas que trabajan aquí sean capaces de dar respuesta a todo, nos gusta tener diferentes perfiles en plantilla. Tenemos desde biólogos, que es lo que más solemos incorporar en plantilla, contamos con una microbióloga, un biotecnólogo que nos aporta otra visión totalmente diferente y, de forma puntual, trabajamos por proyectos y solemos incorporar ingenieros agrícolas, que nos ofrecen una visión mucho más práctica del sector, incluso incorporamos químicos, que nos aporten otra perspectiva totalmente diferente.
¿Cómo utiliza Innoplant la tecnología, la investigación y desarrollo, el I+D, para resolver los retos socioeconómicos relacionados con la agricultura y la alimentación en la actualidad? ¿Qué tipo de innovaciones o proyectos destacados ha llevado a cabo la empresa en este sentido?
El estar siempre en el campo, plenamente inmersos en el sector agrícola, nos permite ver cuáles son las necesidades, y de ahí que vayamos planteando una pequeña línea de I+D interna.
Ahora mismo estamos trabajando en darle solución a una problemática que vemos de forma constante, la falta de agua en la agricultura. Por lo tanto, tenemos una pequeña I+D propia, en la que estamos probando diferentes microorganismos y diferentes sustancias como bioestimulantes para mejorar el crecimiento de las plantas bajo estrés hídrico.
Es la línea que ahora mismo más estamos potenciando, usando diferentes microorganismos y sustancias para potenciar el crecimiento de plantas bajo condiciones de estrés hídrico.
Por otra parte, ¿han establecido algún tipo de colaboración con otras empresas, instituciones o entidades del sector agroalimentario para enriquecer su trabajo y ampliar su impacto en la industria?
Sí, es nuestro día a día, somos una empresa pequeña, con lo cual no podemos abarcar toda la tecnología necesaria. Entonces, la colaboración es constante con diferentes empresas. De hecho, hemos creado una empresa, con un grupo empresarial grande. Colaboramos con varios grupos de investigación tanto de la Universidad de Granada, la Universidad de Málaga y el CEBAS de Murcia, principalmente, son con los que colaboramos activamente, además de otras pequeñas empresas, PYMES, que sean especialistas, por ejemplo, en el tema de drones, que nosotros no utilizamos, o con algunos centros tecnológicos en los que utilizamos sus propios recursos. En definitiva, la colaboración es constante.
Un poco para concluir, me gustaría preguntarle, ¿cuáles son las perspectivas futuras de la empresa en cuanto a su contribución al sector y sus planes de crecimiento y desarrollo?
En primer lugar, me gustaría comentar, que este año nos cambiamos de instalaciones. Vamos a dar un salto en cuanto a recursos disponibles, pasamos de tener un laboratorio a tener tres para especializarnos y potenciar esa línea de microbiología agrícola. Vamos a tener una línea de ensayo in vitro que también nos va a permitir crecer en este campo.
Los objetivos son poder dedicar cada vez más tiempo y más recursos a la línea de I+D propia, para tener una fuente de recurso en valorizar este conocimiento que que estamos generando.
