Portugal y España unidas en el destino que el mundo nos deparo, cercanas y próximas en lo geográfico tienen sutiles diferencias que hacen que cada país tenga sus esencias, sus almas y formas de ver la vida, hacer negocios y acoger visitantes.
Un detalle que caracteriza al pueblo luso es su amabilidad y educación, el respeto por los demás y todo ello lo podemos comprobar en el Algarve, la región más cercana a Andalucia, que tiene en Faro su capital.
Faro una pequeña ciudad que hace del turismo y de su capitalidad administrativa sus principales motores económicos. Faro alberga la mayoría de las instituciones regionales, posee una notable universidad y sobre todo es la puerta de entrada del turismo con su aeropuerto el tercero de Portugal, tras Lisboa y oporto.
Un aeropuerto chiquito, coqueto pero muy diligente y bien dimensionado. Un aeropuerto que recibe vuelos diarios de media Europa con profusión de Inglaterra, Alemania y Países bajos, un aeropuerto cercano que en el caso de Andalucia ejerce de casi segundo aeropuerto de Sevilla por la cantidad de visitantes que llegan a esta ciudad provenientes de Faro.
Acercarse a Faro es ver una paleta de colores y sabores, es oler a esa mezcla de cilantro, mar y resina, una naturaleza que se despliega fusionando la sierra al fondo que le confiere un microclima y que alberga los testimonios de su pasado romano y árabe con un mar que siempre fue su riqueza quealbergo en el pasado un importante puerto pero que el terremoto de Lisboa arruino e hizo que surgiera una absoluta maravilla natural que es la reía Formosa.
Formosa es un paraje único compuesto por un sinfín de islas mareales cuyos habitantes luchan por sobrevivir mediante el cultivo de ostras, bivalvos y pesca compartiendo ecosistema con miles de aves que en ellas anidan
Unos habitantes que hacen del respeto a la naturaleza sus señas de identidad, el uso de energías limpias, reciclajes y concienciación ciudadana son su mantra ecológico.
Un paraíso para los deportes náuticos y un ensueño para la gastronomía. La gastronomía de la ria esta basado en el producto, unos productos únicos de proximidad de kilometro cero cocinados con viejas recetas ancestrales que le confieren sabores únicos, si eso lo regamos con jóvenes vinos algarviano el coctel es perfecto y ya solo falta su presencia querido lector para que la fiesta sea completa.
Hay veces que buscamos paraísos leja- nos, distantes a miles de kilómetros que nos aportan experiencias y nuevas sensaciones, pero para eso no es necesario alejarse mucho tan solo 200 km, unas escasas dos horas y estamos contemplando un paraíso amable. Faro