Acaba usted de recibir el premio a la Trayectoria Profesional Femenina por parte de Federación de Empresarias Andaluzas (FAME). ¿Qué ha supuesto para usted este reconocimiento?
Recibir este premio de la Federación Andaluza de Mujeres Empresarias (FAME) es un gran honor y, sobre todo, un reconocimiento al esfuerzo, la dedicación y la pasión que he puesto en mi trayectoria empresarial. Más allá de lo personal, lo veo como un impulso para seguir trabajando en la visibilización del talento femenino en el mundo de los negocios y en la necesidad de seguir rompiendo barreras. Este reconocimiento refuerza mi compromiso con el crecimiento de nuestras empresas, la creación de oportunidades y el apoyo a otras empresarias que, como yo, creen en el potencial de Andalucía para el emprendimiento y la innovación.
Echando la vista atrás, y desde su condición de mujer. ¿Cómo ha sido su historia en el mundo de los negocios?
Mi historia en el mundo de los negocios ha estado marcada por el esfuerzo, la constancia y la determinación. Al crecer en una empresa familiar junto a mis tres hermanos, desde el principio tuve apoyo, pero también enfrenté ciertos retos, especialmente en lo que respecta a mi papel como mujer en un sector tan exigente como la hostelería.
Para llegar a dirigir el restaurante que llevo al frente desde hace 13 años, tuve que recorrer un camino de aprendizaje en distintos departamentos, conociendo cada área del negocio y enfrentando desafíos tanto dentro de la empresa como de cara al público. La hostelería sigue siendo un sector donde las mujeres, aunque cada vez con más presencia, a menudo tienen que demostrar su valía el doble. Ha sido un proceso duro, pero también gratificante. Hoy me siento orgullosa del camino recorrido y de haber contribuido, con mi trabajo, a romper ciertas barreras y estereotipos en este gremio. Mi historia es la prueba de que, con pasión, esfuerzo y perseverancia, se puede avanzar y liderar en cualquier ámbito.
Usted es vocal del Foro de Empresarias y Profesionales de Córdoba (FEPC), una entidad que trabaja activamente por la igualdad de oportunidades y el empoderamiento de la mujer en el ámbito empresarial ¿Cómo cree que es ahora mismo el ecosistema empresarial femenino en Córdoba, su provincia?
Actualmente el ecosistema empresarial femenino en Córdoba ha avanzado significativamente, pero aún enfrentamos retos importantes. Desde el Foro de Mujeres Empresarias y Profesionales, trabajamos para consolidar un entorno más equitativo, donde las mujeres tengan las mismas oportunidades de desarrollo y liderazgo en el tejido empresarial de nuestra provincia.
Hemos visto un crecimiento notable en el número de mujeres emprendedoras y directivas, con una mayor presencia en sectores que tradicionalmente habían estado más masculinizados. Sin embargo, sigue siendo necesario seguir impulsando políticas de conciliación, acceso a financiación y redes de apoyo que faciliten el crecimiento y consolidación de los negocios liderados por mujeres.
Además, hay una mayor conciencia sobre la importancia de la diversidad y la igualdad de oportunidades, tanto en el ámbito empresarial como en la sociedad cordobesa en general. Sin embargo, aún queda camino por recorrer en la eliminación de barreras invisibles que dificultan el acceso de las mujeres a ciertos espacios de decisión y en garantizar que el talento femenino tenga el reconocimiento que merece.
Desde el Foro, seguimos comprometidas en fortalecer este ecosistema, generando influencia, visibilidad y oportunidades reales para las empresarias y profesionales de Córdoba, contribuyendo así al desarrollo económico de la provincia y a una sociedad más justa e inclusiva.
Hay mucha preocupación, sobre todo en su sector, por el relevo generacional. ¿Le preocupa?
El relevo generacional es, sin duda, uno de los grandes retos del sector de la hostelería. Muchas empresas familiares se enfrentan a la dificultad de encontrar continuidad, ya sea por la falta de interés de las nuevas generaciones o por los desafíos que supone adaptarse a un entorno en constante evolución.
En nuestro caso, como segunda generación al frente de la empresa que fundaron mis padres, Alberto Rosales y Antonia Arjona, hemos trabajado con el convencimiento de que la clave para la continuidad está en la pasión por el oficio, la adaptación a los nuevos tiempos y, sobre todo, en el valor del equipo humano.
Hoy me enorgullece decir que ya tenemos a tres mujeres de la tercera generación incorporadas: mis sobrinas Ana y Elena, y mi hija Beatriz. Ellas han crecido viendo nuestro esfuerzo y dedicación, entendiendo que la hostelería no es solo un negocio, sino una forma de vida que requiere entrega, innovación y una visión de futuro. Con su incorporación, aseguramos no solo la continuidad del proyecto, sino también su evolución, incorporando nuevas tecnologías y formas de gestión que nos permitan seguir avanzando.
El mayor aprendizaje que hemos transmitido y seguimos defendiendo es que el capital humano es lo más valioso. Sin un equipo motivado y comprometido, ningún relevo generacional tendría sentido. Por eso, además de innovar y crecer, nuestra prioridad sigue siendo el bienestar y la estabilidad de las personas que hacen posible nuestro trabajo diario.
También existe la demanda constante de los empresarios del sector sobre la falta de mano de obra cualificada. ¿Cuál cree que es la solución?
Es cierto que, además de la falta de mano de obra cualificada, también nos encontramos con un problema de compromiso por parte de algunos trabajadores que llegan al sector sin la profesionalidad ni la experiencia necesarias. La hostelería es un oficio que requiere dedicación, disciplina y un fuerte sentido del servicio, algo que no siempre se valora desde fuera.
Creo que esta falta de compromiso se debe, en parte, a la poca formación específica que se imparte y a la percepción de la hostelería como un trabajo temporal en lugar de una profesión de futuro. Por eso, es fundamental apostar por la formación desde el inicio, enseñar la importancia del oficio y transmitir que en este sector hay oportunidades reales de crecimiento para quienes se implican y se esfuerzan.
Desde nuestra empresa, trabajamos para cambiar esta mentalidad, invirtiendo en nuestros empleados, ofreciéndoles estabilidad, formación y posibilidades de promoción. Pero también es necesario que, como sociedad, dignifiquemos la hostelería y fomentemos una cultura de profesionalidad y compromiso en quienes deciden formar parte de este gremio.
¿Qué le diría usted a una mujer, joven o más mayor, que quiera ahora mismo emprender?
A cualquier mujer, ya sea joven o más mayor, que quiera emprender, le diría que el camino no es fácil, pero que, con trabajo, constancia y pasión, se pueden superar todos los obstáculos. A mí siempre me ha servido una fórmula sencilla pero efectiva: trabajo, trabajo y más trabajo. No hay atajos, solo esfuerzo, aprendizaje continuo y la determinación de seguir adelante incluso cuando las cosas se ponen difíciles.
También le diría que no tenga miedo. Muchas veces, nosotras mismas dudamos de nuestras capacidades o pensamos que el emprendimiento es un terreno complicado, pero la clave está en creer en una misma, prepararse bien y rodearse de personas que sumen.
Además, le recomendaría que aproveche todas las herramientas y recursos disponibles hoy en día: formación, tecnología, redes de apoyo y asociaciones como el Foro de Mujeres Empresarias y Profesionales. No está sola, hay muchas mujeres que hemos pasado por lo mismo y estamos aquí para apoyarnos mutuamente.
Emprender es un reto, pero también una de las experiencias más gratificantes. Si tiene una idea y las ganas de llevarla a cabo, que no lo dude: que empiece, que aprenda, que insista y que nunca deje de luchar por su proyecto.