José, ¿cuál es la historia y la filosofía que hay detrás de Bodegas Alcaria y cómo se ha posicionado en el mercado de vinos?
Bodegas Alcaria nace de la inquietud de elaborar vino en la reserva de la Biosfera de Doñana, en este entorno tan peculiar.
Estamos situados en un lugar privilegiado y entendíamos que había un nicho de mercado en el cual, teníamos la oportunidad de incidir porque la imagen y la proyección de la marca Doñana y de los productos que se elaboran en nuestro entorno, merecía tener un vino hecho y embotellado en la misma reserva de la biosfera.
¿Cuándo comenzaron con esta andadura? ¿Cuándo dieron inicio a este proyecto?
Aproximadamente fue en el año 2010, aunque ya la actual sociedad se hizo cargo de la bodega en el año 2020, y a partir de ahí es cuando se impulsa más fuertemente el crecimiento que, sostenidamente, llevamos desde entonces hasta el día de hoy.
¿Qué características y particularidades tienen los viñedos propios de vuestras bodegas que les otorgan esa esencia única de Doñana?
Nuestros vinos son de corte atlántico, por las influencias, sobre todo, de los vientos de poniente. Tenemos viñedos tanto en la zona de Huelva como en la provincia de Sevilla, ambos son de características similares y guardan entre sí una similitud, el corte atlántico, son frescos, agradables, muy suaves, son vinos que tratándolos bien y elaborándolos de forma concienzuda desde el viñedo dan unos resultados espectaculares.
¿Qué aspectos destacaría usted en la producción y crianza de sus vinos que los diferencian de otras bodegas en la región?
Nosotros hemos apostado por la calidad antes que por la cantidad, es donde radica nuestro secreto.
Anteriormente, en la zona se elaboraban vinos con otras miras, que se complementaban con otros vinos y que se buscaba más el rendimiento en kilos que en calidad.
Nosotros desde el principio hacemos lo contrario, entendemos que el vino se elabora en el viñedo, y desde el propio viñedo es donde tenemos que empezar a ser consciente de que una cantidad excesiva de producción, va a influir directamente en el producto final.
Arrancamos desde ahí, pero después hemos actualizado la bodega con la última tecnología, tanto en depósitos de acero inoxidable como barricas de madera y todo lo necesario para elaborar vinos de calidad.
¿Qué premios o reconocimientos han recibido por la calidad de sus vinos?
No somos una bodega dada a presentarnos constantemente a concursos, sobre todo porque por el coste que ellos conllevan. Pero cada vez que hemos presentado nuestros vinos hemos logrado algunos premios como Catavinum de Oro, mejor tinto de la provincia de Sevilla, mejor vino singular de la provincia de Sevilla, tenemos medallas internacionales en Guinea Ecuatorial, por ejemplo.
Tenemos bastantes premios, siempre que tenemos la oportunidad de presentar nuestros vinos sin un coste excesivamente elevado, nos presentamos y el resultado suele ser bastante satisfactorio.
Por otra parte, ¿ofrecen experiencias enoturísticas o diferentes actividades a los visitantes que deseen conocer bodegas Alcaria y sus vinos?
Efectivamente. Somos una bodega muy pequeña, y a pesar de estar dentro de la reserva de la biosfera, porque nos encontramos en el propio campo, estamos muy cerca de La Puebla del Río, a unos 500-600 metros.
Nuestro tamaño reducido nos limita un poco al número de personas que nos pueden visitar, pero sí recibimos visitas, hacemos catas concertadas. Ahora con la plantación de un nuevo viñedo que estamos recuperando aquí en La Puebla del Río, en la zona de la dehesa de abajo, una reserva natural preciosa, conocida como la Pequeña Doñana, incorporamos también la visita a este viñedo nuevo, en un enclave paradisíaco, entorno natural del lince ibérico, la mayor reserva de nidos de cigüeña en acebuche centenario de Europa, sin duda es un lugar espléndido que complementamos con la bodega haciendo este tipo de recorridos.
Para concluir, me gustaría preguntarle por ¿cuáles son sus planes de futuro en cuanto a la innovación de sus vinos y la expansión de su presencia en el mercado nacional e internacional?
Al ser vinos de corte especial y que tenemos que ir adaptando el viñedo a un modelo de producción mucho más reducido, el crecimiento que llevamos es sostenido y no excesivamente rápido.
Es cierto que estamos en unos números de producción importantes, sobre todo del producto que más vendemos, un vino de baja graduación, Mil besos. Con el resto de productos vamos creciendo paulatinamente, pero con paso firme.
Como novedades, puedo comentar que ya en el nuevo viñedo vamos a experimentar con con alguna tarea que aún no hemos trabajado, porque trabajamos, básicamente, el tempranillo. Vamos a incorporar este año el petit verdor, estamos haciendo pruebas también con macabeos de distintas zonas, en definitiva, vamos buscando variedades que se adapten al cambio climático, y que se adapten también al tipo de corte de vino atlántico, como comentaba anteriormente, para ir evolucionando y buscando cosas distintas y que nos diferencien en el mercado.
