¿Podría contarnos brevemente la historia y la trayectoria de Torsesa como empresa de servicios y suministros industriales?
Torsesa es una empresa sevillana que nace en 1982, recientemente celebramos nuestros primeros 40 años. En sus comienzos, surge como suministro industrial con vocación de dar solución a una parte del mercado que en ese momento no tenía demasiada atención en Sevilla. Siempre hemos estado orientados a trabajar con la industria final, ayudándola a mejorar sus operaciones.
Nunca hemos trabajado la construcción ni otro tipo de mercados más ferreteros, sino que nos hemos centrado en la industria apoyándonos en marcas premium de alta calidad y valor. Algunos clientes históricos han sido MP, Renault, Siderúrgica, Airbus, Persan, Heineken… y por supuesto, las Minas de la faja pirítica de la parte occidental de Andalucía y Portugal.
Punto de inflexión clave fue la firma de los primeros contratos marco con prestación de servicios de diferente índole. De esta forma, pasamos de ser un mero distribuidor a tener personal, dispensadores y almacenes propios dentro de las fábricas, y con ello a formar parte esencial de la estructura productiva de nuestros clientes.
Nos encontramos en un mercado donde cada vez hay más multinacionales, las empresas locales cada vez tienen menos importancia. Nosotros nos hemos posicionado ahí de una manera muy especial y ahora mismo tenemos más de 60 trabajadores en las instalaciones del cliente, dando servicio, y eso es lo que nos hace especiales.
Es decir, que han implementado nuevas tecnologías y procesos para mejorar la eficiencia y la calidad de los servicios ofrecidos.
Los primeros 25 años estuvimos muy centrados en un modelo con delegaciones provinciales con almacén propio y puntos de venta. Este modelo se ha visto superado por las nuevas opciones de relación que dan las nuevas tecnologías y el desarrollo de la logística. Actualmente tenemos nuestro almacén centralizado en Sevilla y almacenes satélite en Madrid y Andalucía Oriental.
Ahora, cada vez prestamos servicios más avanzados: prototipado 3D de herramientas, fabricación de útiles, integración robótica, localización de activos, etc. nuestros sistemas nos permiten integrar los sistemas de compras de nuestros clientes y que estos no tengan que preocuparse más que de navegar en nuestro catálogo de productos y servicios sin tener que “picar” pedidos. Esto evita muchos errores y acelera nuestro plazos de entrega hasta en 48 horas de media respecto a la competencia.
Para mostrar nuestra verdadera cara de empresa de servicios, hemos cambiado recientemente la imagen corporativa, la web y toda nuestra imagen hacia el exterior. Es esta nueva imagen la que estamos presentando en ferias como MMH.
¿Qué balance hace de estos últimos tiempos? ¿Han acontecido tiempos positivos para el sector?
Ha sido complicado: apenas se recuperaba el mercado de la crisis 2008-2012, cuando hemos tenido que afrontar nuevos retos post pandemia. La empresa ha sabido defenderse en estos cambios y podemos estar orgullosos de haber crecido manteniendo una sana posición financiera.
Para ello hemos tenido que cambiar algunas cosas. Llevábamos tanto tiempo con tarifas casi congeladas, que no nos acordábamos de lo que era la inflación y la gestión de una empresa bajo esas circunstancias. En los últimos cuatro años ha recobrado sentido el comprar y almacenar más, como única forma de dar servicio a nuestros clientes ante la escasez y los tiempos dilatados de entrega. Los precios han estado subiendo por encima del 5% todos los años y ha sido necesario adaptar todas nuestras políticas de aprovisionamiento.
Ahora parece que enfrentamos una nueva fase: se están conteniendo las subidas de tipos y parece que veremos un 2025 con apenas subidas de tarifas ni salarios. Vamos a tener un lustro en el que la gestión de las empresas vuelve a trasluchar.
¿Cuáles son las perspectivas de cara de cara al futuro? Porque, como bien me comenta, ser competitivo cada vez es más difícil en un panorama empresarial tan globalizado y teniendo a las multinacionales tan cerca.
El futuro pasa irremediablemente por un crecimiento alto, con sentido. Los márgenes han bajado por la transparencia que hay en el mercado y todo se ha vuelto muy complejo con la entrada de grandes superficies ferreteras, las multinacionales y grandes grupos, o el equeño ferretero que ahora se anima a ir a la industria.
Este año acaberemos facturando entre 17-18 millones de euros, pero creemos que nuestro tamaño mínimo ideal debería estar a partir de 25 millones de euros, y es el horizonte que nos hemos marcado. Una vez alcancemos nuestro objetivo, deberemos valorar si tiene más sentido seguir creciendo por nosotros mismos o buscarnos alianzas para ser más fuertes.
Ese crecimiento lo queremos hacer fundamentalmente en la prestación de servicios de instalación y mantenimiento industrial, pero también por la adquisición de empresas que nos complementen, que nos añadan capacidades que no tenemos y nos ayuden a ampliar nuestro alcance geográfico.
Un poco para concluir, me gustaría conocer cuáles son vuestros proyectos para los próximos meses. ¿Tienen algún proyecto entre manos que le gustaría comentar?
Actualmente estamos iniciando operaciones en la India apoyando a TATA, con nuestra especialización, en su aventura en la fabricación de aviones bajo licencia de AIRBUS
Vamos a abrir también en Marruecos, una delegación en los próximos meses, con la idea de trabajar en el polo aeronáutico que hay en Casablanca, que también para nosotros es muy natural.
En el mundo de la minería, vamos a consolidar nuestra posición en las minas actuales, pero sobre todo tenemos mucho interés en desarrollar un nuevo modelo de distribución en Cobre las Cruces, cuando reabra bajo el modelo nuevo, y en Los Frailes cuando comience a operar. Estamos apostando por colaborar con empresas internacionales especializadas en el servicio integral minero y ser su partner local en Andalucía. Queremos trasladar todo lo aprendido en una industria tan exigente como la Aeronáutica a este sector y tener trabajadores, almacenes, dispensadores automatizados, y asumir esa parte de la gestión del negocio, que no central para las grandes empresas mineras, externalizándola.
