La Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría es una institución dedicada a la promoción y difusión de las bellas artes en Sevilla. Fundada en 1660, es una de las academias de bellas artes más antiguas de España.
La Academia tiene sus orígenes en la Escuela de Bellas Artes, fundada por un grupo de artistas en la Casa Lonja de Sevilla. El 1 de enero de 1660 Bartolomé Esteban Murillo, Francisco de Herrera el Mozo, Juan Valdés Leal y Sebastián de Llanos realizan el hecho fundacional, aglutinando a un numeroso grupo de artistas.
En 1771, Carlos III le concedió el título de “Real”. A lo largo de su historia, la Academia ha tenido diversas sedes, incluyendo la Casa Lonja y el Convento de San Acasio. Actualmente, su sede se encuentra en la Casa de los Pinelo, un edificio histórico del siglo XVI.
La Casa de los Pinelos también conocida como el Palacio de los Pinelo, es un destacado edificio histórico situado en la calle Abades de Sevilla. Su historia es rica y abarca varios siglos, durante los cuales ha tenido diversos dueños y usos.
El edificio tiene sus orígenes en el siglo XV. Se construyó sobre solares que pertenecieron a la familia Pinelo, una influyente familia de origen genovés que se estableció en Sevilla tras la conquista de la ciudad por Fernando III en el siglo XIII. Los Pinelo se dedicaron al comercio y alcanzaron gran poder económico y social en la Sevilla de la Baja Edad Media y el Renacimiento.
La casa que vemos hoy, de todas formas, es fruto de importantes reformas y ampliaciones realizadas a lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII. Esto refleja la evolución de los gustos arquitectónicos y las necesidades de las diferentes generaciones de la familia Pinelo.
El siglo XVI fue una época de gran esplendor para los Pinelo y para la Casa. En este siglo se realizaron las reformas más significativas que le dieron al palacio su carácter renacentista. Se construyeron patios interiores, se embellecieron las fachadas y se crearon espacios más amplios y lujosos, acordes con su estatus social.
Se cree que en esta época la casa no solo servía como residencia principal de la familia, sino también como centro de sus negocios y actividades sociales. La familia Pinelo mantenía estrechos vínculos con la corte y con el comercio con las Indias, lo que les proporcionaba una importante fuente de ingresos y poder.
En los siglos XVII y XVIII, la Casa de los Pinelo continuó siendo propiedad de la familia, aunque es posible que se produjeran divisiones o herencias que modificaran la propiedad a lo largo del tiempo. Durante estos siglos, se realizaron nuevas reformas y adaptaciones, esta vez con influencias del estilo barroco, que predominaba en la época.
En estos siglos, además de la función residencial, es probable que la casa se utilizara para albergar a miembros de la familia extendida, empleados o incluso como lugar para alquilar espacios a terceros, aunque la documentación específica sobre estos usos es más escasa.
El siglo XIX trajo cambios importantes en la estructura social y económica de la ciudad. Muchas familias nobles, incluyendo posiblemente ramas de los Pinelo, experimentaron un declive en su fortuna. Es posible que el edificio sufriera un periodo de menor mantenimiento o incluso de abandono parcial.
En el siglo XX, como muchos edificios históricos en Sevilla, la Casa de los Pinelo llamó la atención por su valor patrimonial. En las últimas décadas del siglo XX y principios del XXI, se realizaron importantes trabajos de restauración y rehabilitación para recuperar su esplendor original.
Tras su restauración, la Casa de los Pinelo ha encontrado nuevos usos que combinan la preservación de su patrimonio con la utilidad para la ciudad.
La Casa de los Pinelos es un testimonio vivo de la historia de Sevilla y de una de sus familias más influyentes. Desde sus orígenes en el siglo XV, pasando por su esplendor renacentista y las transformaciones barrocas, hasta su recuperación moderna, el palacio ha sido testigo de cambios sociales, económicos y arquitectónicos. Su historia de dueños y usos refleja la evolución de la ciudad y la adaptación de un edificio histórico a las necesidades del presente, conservando siempre su valioso legado patrimonial.
La Real Academia, con su sede actual en este edificio, es una entidad de derecho público con personalidad e identidad singular y está al servicio de la cultura y del interés general. Su objeto es fomentar la creatividad artística, así como el estudio, difusión y protección de las artes y del patrimonio cultural.
La Academia es un órgano consultivo de las Administraciones Públicas en materia de protección del patrimonio cultural y un centro de investigación avanzada de la Administración del Estado.
Es una del las Reales Academias integrada en el Instituto de Academias de Andalucia. Desarrolla una ingente labor cultural a través de numerosos programas, conferencias, publicaciones, exposiciones y conciertos.
En la actualidad, la Academia está formada por 40 académicos numerarios que se integran en las secciones de arquitectura, escultura, pintura, música, arqueología, artes suntuarias y artes escénicas y audiovisuales.
La reina Doña Sofia de Grecia y el teniente de Hermano Mayor de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla ocupan plaza de académicos de honor y extraordinarios.
A lo largos de sus cinco siglos de existencia la nómina de sus academicos ha sido amplia e ilustre entre los cuales podemos destacar a Bartolomé Esteban Murillo., Juan de Valdés Leal, Francisco de Zurbarán o Antonio María Esquivel.
La Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría organiza diversas actividades a lo largo del año, incluyendo exposiciones, conferencias, conciertos y visitas guiadas. La Academia también cuenta con una importante biblioteca y un archivo histórico que custodian un valioso patrimonio documental.
Basta remitirse a fuentes documentales para ampliar la información sobre la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, en su página web: https://realacademiabellasartessevilla.com
