Acaba de celebrarse la Asamblea donde ha sido reelegido con un apoyo masivo. Le damos por ello la enhorabuena.
Muchísimas gracias. Lo cierto es que nuestros estatutos permiten que, tanto el presidente como la Junta Directiva, puedan ser elegios por aclamación, al ser la única candidatura, pero yo quería que hubiese urnas porque quería saber cuál era nuestro apoyo real. La organización está compuesta por más de 300 organizaciones, representa más de 800.000 autónomos. Aunque ostentamos 61% de la representatividad total en España.
Ha habido 500 compromisarios en la Asamblea y teníamos que conocer qué pensaban. De esos 500 compromisarios votaron 428 y salieron 406 votos a favor de nuestra candidatura. Yo creo que eso es un respaldo muy importante, no solo hacia mí, sino a toda la gestión que se ha venido haciendo en favor de los autónomos.
Cuando hay gente que a veces dice que no hacemos nada hay que recordarles que ha habido más de 80 acuerdos sociales y políticos con administraciones de todo signo en los últimos 30 años, desde que se fundó ATA en 1995. Pero, a lo largo de mi legislatura, ha habido más de 100 medidas entre todas las administraciones tomadas a favor del autónomo.
Con respecto a la mujer, cuando yo empecé como trabajador por cuenta propia, la autónoma no cobraba la baja de maternidad. Hoy una mujer autónoma tiene prácticamente los mismos derechos que una mujer asalariada. Es verdad que hay que dotarla de más protección de cara a la gestación y de cara incluso a la maternidad y la lactancia, pero estamos en el camino. Otros aspectos que todavía hay que mejorar importantes para ellas es que los autónomos no tenemos derecho al trabajo a tiempo parcial.
Sí hemos conseguido la prestación baja por enfermedad a partir del cuarto día, la supresión del impuesto de actividades económicas, el acceso a las coberturas por riesgo profesional, accidente de trabajo, in itinere y enfermedad profesional. Hemos tenido tarifa plana y cero. Tenemos derecho a la jubilación anticipada, a la compatibilización del trabajo y la pensión. Durante el COVID, o los afectados por el volcán de la Palma, por ejemplo, más de un millón y medio de autónomos pudieron cobrar la prestación por cese de actividad.
Pero todavía queda mucho por hacer para solucionar los problemas de los autónomos. Hay que Escucharlos, Entenderlos y Eliminar todo aquello que les impide realizar su actividad. El reto de esta Junta Directiva es poner la A de autónomos en el centro de la E de España. Porque si queremos que España crezca y sea un país próspero, con empleo y bienestar social hay que pensar que nuestro tejido empresarial está conformado por miles de los autónomos. Si apoyamos a los autónomos y las autónomas, a España y a cualquier territorio de nuestro país, le va a ir bien. Ese es nuestro reto. Lo que nos separa a los autónomos del resto de los trabajadores nos convierte en ciudadanos de segunda.
Quedan cinco años por delante. ¿Cuáles cree usted que van a ser los principales retos a los que se va a enfrentar su organización?
ATT tiene que ser el nexo de unión de todos los autónomos. Tenemos que crecer y llegar a todos los rincones, fortalecernos como organización, adaptarnos a las nuevas necesidades de los autónomos: digitalización, sostenibilidad e inteligencia artificial. Tenemos que ser una organización también que escuche, consensúe y pacte con las administraciones. La lealtad institucional y el diálogo social tiene que seguir siendo nuestra meta y no tenemos, por ello, que perder nuestro carácter reivindicativo que siempre nos ha caracterizado. Es inadmisible, por ejemplo, que en estos momentos un autónomo con 52 años que agote su cese no tenga un subsidio como lo tiene un trabajador asalariado.
Es inasumible que, en estos momentos, el 60% de las prestaciones por cese de actividad se denieguen. No puede ser que un autónomo que cumpla la edad legal de jubilación se le deniegue el cobro de una pensión porque tenga una pequeña deuda con la Seguridad Social.
ATA ha sido siempre una organización reivindicativa pero no por eso ha dejado de contar con el apoyo y el respeto de todos los partidos y gobiernos, pero ahora se enfrenta a un reto para la eliminación de la excesiva burocracia, entre otras cosas, ¿no es así?
Si nosotros escribiéramos el BOE o cualquier boletín oficial de una comunidad autónoma, las cosas hubieran cambiado hace mucho tiempo, pero no lo manejamos nosotros, lo manejan las administraciones y los representantes políticos. Por eso tenemos que escuchar, entender y que los políticos nos escuchen y nos entiendan a nosotros. Por ejemplo, ahora mismo hay una mesa que se está celebrando con un tema que preocupa mucho a los autónomos, que es la ciberseguridad. Nos están inculcando que hay que digitalizarse y es muy importante la digitalización para el autónomo, porque es un ahorro de costes y mejora su competitividad, pero toda digitalización lleva un riesgo y en este tema las administraciones tienen que prestar una especial sensibilidad hacia un colectivo cuyos datos están en un teléfono con los riesgos que eso supone. Si las organizaciones nos tenemos que gastar un dineral todos los años en políticas de ciberseguridad, cómo puede afrontar eso un autónomo.
Por eso es importante que, en la CEOE, esté integrado todo CEPYME, que es pequeña y mediana empresa y también los autónomos. Todos estamos en esa casa. Hay empresas y empresarios de muchos tamaños, pero los problemas muchas veces son prácticamente los mismos.
Acaba de entrar en vigor una subida del salario mínimo interprofesional y ahora se debate una reducción de la jornada laboral, que afectará irremediablemente a los autónomos. ¿Cómo se vive esto dentro del colectivo?
En España hay 3.300.000 autónomos y de ellos 1 millón tienen trabajadores a su cargo. La reducción de jornada va a ser un hachazo para muchos autónomos. Cuando se contrata a un trabajador hay un convenio que marca las subidas anuales, pero, si de repente hay una decisión política que incrementa tus gastos por la subida del salario y la reducción de jornada se hunde toda tu planificación anual. El daño para autónomos y pequeñas empresas va a ser muy importante y se va a traducir en que no va a haber nuevas contrataciones.
Lo vemos porque el empleo crece en España, pero se destruye empleo entre los autónomos con trabajadores a su cargo. Se han perdido 46.000 empleadores en el último año. Cuesta mucho que los políticos se sensibilicen sobre estos asuntos.
Otro de los aspectos que nos afectan negativamente son las trabas burocráticas. En este sentido hay comunidades que han tomado nota como Andalucía y eso se ve reflejado en la buena marcha de las cifras de autónomos.
Antes, en el CIS, a los autónomos les preocupaba el terrorismo, el paro, las cotizaciones, los impuestos, pero cada vez más, entre las principales preocupaciones de los autónomos está la gran cantidad de trámites que tiene que hacer por todas las normativas y leyes que van saliendo. En España somos campeones de la burocracia. Somos campeones en poner trabas, zancadilla, en exigir trámites, en exigir normas.
¿Cuáles son los objetivos que se marca para este 2025 y los que se plantea a un plazo más largo?
Ahora mismo estoy muy preocupado porque el único segmento de edad que decrecen los autónomos está entre los 30 y los 45 años y el 90% de ese crecimiento de decrecimiento o pérdida de autónomos en ese tramo de edad corresponden a las mujeres. Es muy complicado ser madre y autónoma.
Voy a ser muy reivindicativo en este tema. Hay que ayudar a la autónoma a ser madre y hay que ayudar a las madres autónomas, a ser autónomas. Asimismo, la ciberseguridad copará gran parte de nuestros esfuerzos.