¿Han sido unos meses complicados también para la fundación?
La pandemia ha sido dura, teniendo en cuenta que la Fundación Laboral tiene una de sus sedes fundamentales en la formación, evidentemente tuvimos que cerrar prácticamente. Nuestra actividad externa fue prácticamente cero, aunque de puertas para dentro seguimos con nuestra investigación, con nuestro observatorio, con nuestra prevención de riesgos laborales y con los ejes fundamentales de la fundación.
Teniendo en cuenta que la fundación está constituida por sindicatos, CCOO, UGT y la Patronal, evidentemente hay mucho que hacer, mucho que conciliar y mucho que hablar para abordar con valentía esta pandemia. Tuvimos la oportunidad de desarrollar una estrategia para evitar contagio de covid en el sector de la construcción, la cual consta de una guía que todas las empresas y trabajadores tuvieron en su poder. El sector de la construcción prácticamente no ha tenido incidencias en este sentido.
¿Creen que en este último semestre puedan llegar a una actividad más presencial?
Sí, de hecho, nosotros ya estamos con la actividad presencial. Hemos estado intentando consolidar un modelo de formación que estuviera vinculado a lo que iba a suceder en el sector de la construcción con carácter inmediato. Todos estamos hablando de fondos de infraestructuras en turismo, sostenibilidad, eficiencia energética, y todo eso pasa por el sector de la construcción, con lo cual tenemos que tener mano de obra cualificada vinculada a las especialidades que hacen falta. Ahí hemos hecho un trabajo muy interesante con el SCE, a través de la Consejería de Empleo del Gobierno de Canarias, donde estamos incluso formando a alumnos y alumnas en obras reales. Se están haciendo proyectos de formación en alternancia con el empleo, es un modelo de formación más dual, teoría y práctica, además están contratados y cobran un salario de acuerdo al convenio del sector. Trabajan, aprenden y realizan obras de interés general.
¿Cuáles son las formaciones que más se están demandando dentro del sector?
Nosotros tenemos 5.000 acciones de formación, estamos muy interesados e inmersos en la transformación digital, en la necesidad de que empresarios y trabajadores se mentalicen de que el sector tiene que digitalizarse porque si no vamos a perder la fuerza de futuro.
Por otro lado, en el ámbito de los encargados de obras, las especialidades, oficiales de primera, desde el peón hasta el arquitecto… la formación es un itinerario que está contemplado en el convenio del sector. No hay convenio que esté destinado a construir una profesión desde abajo. Personas que tienen estudios primarios pueden convertirse en auténticos profesionales.
Parece ser que esta crisis no está afectando al sector de la construcción como lo hizo la anterior del 2008, al menos eso se percibe desde fuera, ¿están tranquilos en este sentido?
En la anterior crisis fuimos víctimas del comportamiento financiero de determinados operadores, es verdad que hemos salido reforzados ya que las empresas que han sobrevivido son muy fuertes, están muy tecnificados, con mucha innovación, especializados. Hay un vacío importante en el segundo escalón, faltan especialistas, hay que promover que los autónomos y los trabajadores muy formados sean emprendedores y conformen empresas especializadas.
Es verdad que estamos resistiendo, pero también es verdad que la licitación pública está prácticamente muerta, tenemos un plan de vivienda aprobado pero el sistema no saca a la luz cualquier resolución que pueda apoyar el plan de vivienda. Estamos luchando y preparándonos, la Fundación Laboral es una herramienta fundamental para preparar emprendedores, formadores y trabajadores.
Hay dos ejes fundamentales que pretendemos en la formación, atraer a las mujeres y a los jóvenes al sector.
No olvidemos que este sector ha evolucionado y las nuevas tecnologías han llegado, ustedes se han preocupado de formar a la gente en este ámbito, ¿es así?
Efectivamente, hay mucha normativa, mucha metodología de trabajo que el sector desconoce, el sector está en plena transformación, en reconversión hacia un modelo de negocio sostenible. Todos los fondos europeos están vinculados a la eficiencia energética, a la accesibilidad universal, acceso a la vivienda, telecomunicaciones, todo ese tipo de cuestiones pasan por el sector de la construcción; estamos llamados a ser protagonistas y a dinamizar la economía.
Nosotros estamos preparados, no tanto la administración pública, que no está preparada al nivel y al ritmo que nosotros requerimos, pero estamos para seguir empujando y seguir llegando a los objetivos.
¿Cómo van a ser las líneas estratégicas de la Fundación a medio plazo?
Afortunadamente tenemos prestigio y las administraciones públicas nos conocen, la forma de trabajar nos precede y nuestros actos han consolidado una opinión en las administraciones públicas y en la sociedad. Nuestro empeño fundamental es convertirnos en una herramienta imprescindible para las administraciones públicas en el ámbito de la administración público privada. En función de las estrategias de la administración en relación a las infraestructuras y a la inversión que se va a producir, podemos trabajar con la administración canalizando la formación y la emprendeduría hacia lo que el merado requiere.
Un objetivo sagrado para nosotros es la prevención de riesgos laborales, estamos en constante evolución, en constante investigación e incorporando al mercado nuevos modos de hacer las cosas y herramientas que ayuden a las empresas a cumplir con la prevención de riesgos laborales, y a los trabajadores formando continuamente.
La Fundación no deja de ser un instrumento ejemplar en cuanto a la conciliación necesaria entre sindicatos y trabajadores, todas las decisiones las tenemos que tomar por unanimidad, con lo cual es un ejercicio de paz social.
La Fundación no deja de ser un instrumento ejemplar en cuanto a la conciliación necesaria entre sindicatos y trabajadores.
