¿Cuál fue la visión inicial de Sovena y cómo ha evolucionado hasta la actualidad?
Los inicios del grupo Sovena, empresa 100% familiar, se remontan a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando Alfredo da Silva creó CUF (Companhia União Fabril), que se convirtió en el grupo industrial, comercial y financiero más grande de Portugal.
Desde entonces, la compañía, y con ello su misión y visión, ha ido evolucionando e introduciendo cambios, como, por ejemplo, los realizados en la década de los 80 por parte de sus herederos, que adquirieron la sociedad Alco y, con ello, centraron la actividad en la extracción, refinado y envasado de aceites alimenticios. Esto dio pie, una década después, a la adquisición de Nutrinveste, matriz de Sovena, por parte de la familia Mello, lo que le permitió expandir el negocio.
De esta manera, y aunque nuestra ambición viene desde la fundación de la compañía, en la Sovena de hoy, en la que Sovena España desarrolla un papel clave, “cultivamos mucho más que alimentos y construimos nuevos caminos para la alimentación”. Nos encontramos en un contexto social que también ha cambiado mucho en los últimos años: somos conscientes de que el impacto que tiene la alimentación en nuestra salud y en la salud de nuestro planeta depende de nosotros.
¿Cuál es la posición de Sovena en el mercado global de aceites? ¿Y en la Península Ibérica?
Sovena es una empresa líder del sector del aceite envasado en España y la mayor exportadora de aceite de oliva del mundo. Con una plantilla superior a las 1.200 personas, Sovena tiene operaciones directas en 11 países y exporta a más de 70 de los 5 continentes.
En España cuenta con dos fábricas para el envasado de aceite de oliva y el molturado, refinado y envasado de aceite de girasol ubicadas en Brenes (Sevilla) y Andújar (Jaén). Además, cuenta con una fábrica de aderezo de aceituna en Plasencia y una almazara en Villanueva de la Reina (Jaén)
¿Cómo surgió la internalización de Sovena? ¿Cuáles fueron los principales desafíos que enfrentaron al entrar en nuevos mercados?
A principios de la década de los 90, el sector de aceite de oliva era complejo: el mercado portugués (maduro, con una situación económica complicada, con una distribución muy concentrada y con una alta intensidad competitiva que ejercía una fuerte presión en márgenes) era preocupante. Por otra parte, el negocio en EE.UU., a pesar de los buenos crecimientos de los últimos años, necesitaba una importante reconversión para acceder a segmentos de mayor valor y construir una posición más fuerte y rentable ante las posibilidades de maduración. En definitiva, el negocio internacional de aceite de oliva de Sovena era muy heterogéneo, con mercados como el español donde se dedicaba por completo a la marca de distribuidor, o el brasileño donde comercializaba una marca fuerte, pero con poca presencia en otros mercados.
Nuestra apuesta por el sector, que ya entonces considerábamos estratégico y de crecimiento futuro, nos llevó a aprovechar diferentes oportunidades de crecimiento, fundamentalmente vía adquisiciones que, a lo largo esa década, dieron forma al negocio de aceites de la empresa:
- Lusol (Portugal, 1991), dedicada a la extracción de aceites y producción de jabones.
- Sovena (Portugal, 1991), de la que la familia había sido accionista anteriormente y que fue recomprada al Estado Portugués.
- Tagol (Portugal, 1999), dedicada a la extracción y refinado de aceite (girasol y soja), que tenía serias dificultades financieras. El mantenimiento de su planta era deficiente, pero contaba con un puerto de aguas profundas para carga y descarga de barcos de hasta 60.000 Tm. La adquisición dio inicio a la colaboración con Bunge.
- Agribética (España, 2002): el primer paso en el exterior fue la compra de los activos de esta empresa, también con serias dificultades financieras, que poseía una fábrica de refinación y envasado de aceite de oliva en Brenes (Sevilla). El paquete incluía un acuerdo de suministro con Mercadona que posteriormente se convertiría en un acuerdo de interproveedor.
En 10 años, Sovena pasó de ser una empresa centrada casi al 100% en el mercado portugués a convertirse en el segundo fabricante y envasador mundial de aceite de oliva, manteniendo un negocio de aceites de semillas fuerte, obteniendo más de un 70% de sus ventas fuera del país y presencia física, mediante fábricas, oficinas o personal desplazado, en siete países de cuatro continentes (Portugal, España, EE.UU. Túnez, Marruecos, Angola y Brasil). De ahí, como decía antes, el papel clave de Sovena España para el grupo.
¿Han tenido que modificar alguna fórmula, empaquetado o formato de sus aceites para cumplir con las diferentes regulaciones?
Evidentemente, hemos evolucionado y adaptado el empaquetado y los formatos a las necesidades de cada momento. Hay que tener en cuenta que, a nivel internacional, existen distintas regulaciones de etiquetaje, reciclaje, pesticidas, etc. que nos obligan a tener un seguimiento y una adaptación continua a cada mercado.
¿Cómo se organiza la logística para asegurar una distribución eficiente a nivel global?
La logística global es un proceso complejo que requiere una cuidadosa planificación y coordinación para garantizar que los productos, como los aceites, lleguen de manera eficiente, oportuna y rentable.
Nosotros tenemos operaciones industriales en varios países, lo que nos permite estar muy cerca de nuestros clientes en los mercados de España, Portugal, EEUU y Brasil. Además, desde España trabajamos con socios logísticos internacionales que nos aseguran la gestión del proceso hasta nuestros clientes.
¿Qué estrategias planean implementar para continuar su expansión global? ¿Qué mercados objetivos son interesantes para Sovena de cara al futuro?
Sovena está presente en las distintas fases de la cadena de valor desde la producción, transformación y comercialización. Seguiremos profundizando este camino, buscando oportunidades de expandir nuestra operación agrícola y afianzando la relación con nuestros clientes en los principales mercados.