Sevilla de nuevo se ha puesto en marcha en materia turística tras el paréntesis provocado por la pandemia, de nuevo los ríos de turistas discurren por nuestras calles con su bullicio y sus risas con sus coloridas. indumentarias llenando de miles de idiomas nuestra particular babel sevillana.
El hotelero está contento pues los establecimientos se llenan y los niveles de ocupación de nuevo rozan la antigua normalidad, el hostelero esta contento pues bares y restaurantes están llenos, el taxista esta contento las carreras se multiplican, el cochero de caballos feliz y en esta arcadia feliz que parece ser Sevilla hay alguien infeliz o descontento? Los vecinos de los barrios del centro por donde discurre el magma turístico que todo se lleva por delante complicando su vida habitual, dificultando su accesibilidad, haciendo que desaparezca el comercio tradicional en post de franquicias que solo buscan la venta enfocada al turista
Ante este panorama q va in creciendo y que agrava aún más pues somos el mejor escenario para Copas futboleras, Desfiles de moda IN, Conciertos de cantantes de moda, competiciones deportivas y todo con numero ingentes de asistentes, el sevillano que realiza su vida cotidiana asiste impávido es necesario urgentemente explicar y aplicar la pedagogía turística, definir zonas turísticas y sus usos.
Es nuestra industria el turismo, la mejor que tenemos, pero hay que dosificar su uso y sobre todo ver cómo afecta al día a día de la ciudad, me preocupa in extremis la movilidad, Cartuja no soporta más megaconciertos hasta que se regule su accesibilidad es de vergüenza las colas, el colapso y los miles de jaramagos sostenibles que inundan sus antes parterres y ahora eriales.
La imagen de un barrio de Nervión lleno de turistas deportivos en numero ingente, beodos, cargados de alcohol, sin ropas deambulando sin destino en un barrio abierto en canal con vallas y obras mientras los colegiales salen de clase, los profesionales de sus oficinas y nuestros mayores intentan ir la consulta médica, no todo vale hay que regular y definir y si se determinar excluir escenarios céntricos, desviando al exterior o zonas perimetrales que no alberguen población urbana
Ahora, mejor que mañana esto tiene solución y la tiene porque ya otras ciudades han tenido la experiencia y han podido abordar esta realidad turística con éxito. La convivencia ciudadana vs turista es posible y deseable.