En Sevilla últimamente se han programado diferentes eventos para dar visibilidad a las mujeres empresarias. ¿Cree que es suficiente? ¿qué más se debería hacer?
En Sevilla hace décadas que se programan constantemente eventos y foros que buscan dar visibilidad a la empresaria y todo eso contribuye a la concienciación social en igualdad, pero… ¿es suficiente? ¿podemos dar por conseguido los fines? Pues evidentemente no. En la mayoría de los casos se convocan solo a las mujeres, con lo que su labor de creación de referentes pierde fuerza considerablemente y una vez más se utiliza en nuestra contra acusándonos de excluir al otro sexo. Por otro lado, generalmente responden al cumplimiento de cuotas que hoy la ley exige o recomienda, para la buena imagen, para la consecución de fondos europeos, etc., pero en muchas ocasiones puedo comprobar cómo no responde a una voluntad real de impulsar el valor femenino. Por último, se diseñan acciones muy loables pero dirigidas a segmentos sociales erróneos, por lo que no se consiguen los objetivos perseguidos. Se debe incidir mucho más en el ámbito masculino rural, en los niños y jóvenes, en las cúpulas directivas de instituciones, organizaciones o empresas, en sectores que constituyan una verdadera palanca de cambio social. A veces me encuentro sermoneando al clero. ¿Qué más se debe hacer? Escuchar más a las mujeres, dejar de poner a prueba cada palabra y cada acto que realiza una mujer empresaria. A un empresario se le reconoce por sus resultados, independientemente de su género. Hay que dejar paso a las mujeres que deseen estar en posiciones de decisión y no quedarnos en el demagógico “las que tengan talento”, ¿dónde está ese examen para dirimir el talento de una mujer? ¿dónde van los hombres para que les examinen si tienen o no talento? ¿Cuál es el tribunal que decide si una mujer es válida o no? Dejémonos ya de falsa igualdad. Nosotras no tenemos que demostrar nada a nadie, igual que los hombres nunca han tenido que hacerlo.
¿Cómo describiría el actual ecosistema empresarial femenino de Sevilla y su provincia?
El ecosistema empresarial femenino sevillano está en un buen momento. Estamos en una época de cambio generacional de aquellas grandes empresas familiares sevillanas creadas en tiempos de prosperidad industrial andaluza en el siglo pasado, y muchas de ellas están en tercera o cuarta generación, lo que ha propiciado la incorporación de las mujeres de las familias a la dirección o a los consejos de administración. Mujeres muy preparadas, con mucha experiencia empresarial y vital, que sirven de tractoras y referentes para mujeres de todos los sectores. La generación de los 70-80 somos la primera generación femenina que no encontró ninguna traba, ni familiar, ni social ni legal, para acceder a estudios superiores o a desempeñar puestos de alta dirección, a pesar de seguir cargando con los micromachismos subyacentes en nuestra sociedad. Por otro lado, la conciencia de igualdad entre las mujeres es mucho más firme y visible, y existe una gran red de apoyo femenino entre las mujeres de nuestra provincia que propician una buena salud de nuestro ecosistema.
¿Qué avances cree que ha conseguido su asociación desde que usted es la presidenta y qué le queda por hacer?
Pues en estos cinco años de mandato la estrategia era clara. Una vez conseguido el lanzamiento de la asociación por mis antecesoras, pude continuar con su objetivo de expansión y posicionamiento. Nos centramos en conseguir crecer en número y en alcance dentro de la provincia, así como en posicionar institucionalmente a la organización. Podríamos decir que hoy por hoy hay pocos asuntos que relacionen empresa y mujer en Sevilla en el que Empresarias Sevillanas no tenga algún papel importante. Poco a poco estamos poniendo en valor nuestra legitimidad para la representación del sector empresarial femenino en nuestra provincia. En este segundo mandato, nos hemos propuesto, además, trabajar en la creación de foros de opinión y conocimiento, con debates de actualidad, formación en los últimos avances tecnológicos, etc. buscando aportar a la sociedad el enfoque femenino de los temas que nos importan empresarialmente hablando.
¿Qué características cree que tiene una empresa en la que una mujer está al frente?
En las empresas de mujeres las relaciones humanas son más cercanas, más empáticas y más integrales, lo que hace que, en general, encontremos mayor creatividad en sus equipos, lo que se canaliza hacia una mejora en el proceso de toma de decisiones y mayor innovación, así como mayor nivel de compromiso social. Me llaman la atención dos estudios al respecto: uno realizado en las pymes catalanas, en el que se concluye que en las empresas lideradas por mujeres el endeudamiento se reduce, ya que las mujeres evalúan de forma más integral el impacto de las decisiones en todas las partes interesadas; y otro estudio de EEUU que afirma que una sola mujer en el consejo de administración de una empresa reduce el riesgo de quiebra en un 20%.
A nivel personal, ¿a cuántas cosas ha tenido que renunciar por ser una mujer empresaria?
La vida de la mujer empresaria está llena de renuncias, pero también de concesiones. Eres la administradora de tu tiempo y de tu desempeño laboral y por ende de tu agenda personal y familiar, pero la sacrificas hasta lo indecible cuando tu negocio así lo requiere. Y en ese toma y daca de tiempo y preocupaciones, la satisfacción de la realización personal, de crear, de producir, de contribuir, aporta el peso positivo a la ecuación. Dependiendo del tipo y tamaño de negocio, de la madurez del proyecto, la empresa necesitará más o menos renuncias personales de la empresaria, pero también eres tú misma la válvula reguladora de toda esa estructura de vida. En mi caso personal, más que renunciar, he tenido que soportar. He tenido que soportar que me presupongan mala fe por ser empresaria. He tenido que soportar el estigma social, sin que nadie valore el esfuerzo y el trabajo que hay detrás de esos resultados. He tenido que soportar que me nieguen una beca para mis hijos, o una plaza en esto o aquello. He tenido que soportar que se cuestione el origen del éxito de mi empresa ¡soy una mujer! Cuando todo te va bien, sospechan de ti, y cuando te va mal, es porque tú te lo has buscado. ¿A que he renunciado? A NADA. Ni lo pienso hacer jamás. Por eso presido esta Asociación.
¿Le gustaría que sus hijos fuesen empresarios? ¿Les está inculcando desde pequeños ese germen emprendedor?
A mis hijos les inculco el valor del trabajo. La grandísima dignidad del trabajo. Les enseño que gracias a personas que tuvieron y tienen mentalidad de aportar y contribuir, podemos hoy disfrutar de los beneficios sociales y del estado de bienestar. Les enseño a huir especialmente del nuevo modelo de clientelismo y sumisión que quieren imponerles a los jóvenes, haciéndoles económicamente dependientes de un sistema. Les enseño a ser constructivos. Si mis hijos quieren trabajar por cuenta propia o ajena será su decisión. Ellos no son mi continuación. Son personas únicas y valiosas, iguales entre ellos y a los demás y capaces de cualquier cosa que se propongan en la vida. Por todo ello, y aunque me encantaría verlos volcar su pasión y creatividad en crear empresa, trato de no influirles en un sentido o en otro. Ciertamente no son tiempos buenos para la pyme y no seré yo quien lleve a mis hijos al matadero por más que tambalee mis cimientos.
